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Málaga

Un tranvía llamado divorcio

La Junta y el Ayuntamiento cierran el año sin acuerdo sobre la prolongación de la línea 2 del metro al Hospital Civil. El Gobierno andaluz seguirá en solitario.

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Málaga cerrará 2016 igual que lo empezó, sin acuerdo sobre la prolongación de la línea 2 del metro hasta el Hospital Civil, el gran abismo que divide y enfrenta desde hace meses a la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la capital. Finalmente, y tras la nueva reunión de la comisión mixta celebrada este jueves en que cada administración se agarraba a la postura ya conocida, a todas luces serán los tribunales los que decidirán. Aunque ninguna de las partes ha anunciado su intención de judicializar, de momento, el conflicto.  

El Gobierno andaluz seguirá en solitario con sus planes de llevar el tranvía por Eugenio Gross y Blas de Lezo y elevará hasta el Consejo de Gobierno la declaración del tramo de” interés metropolitano”, con o sin el beneplácito municipal, en aras de aprobar de forma definitiva el proyecto, que supondría una inversión de 40 millones.

El consejero de Fomento, Felipe López, volvía así a rechazar la alternativa de un metrobús alegando que no tiene encaje jurídico al modificar el contrato de concesión, “junto a razones sociales y económicas”, aunque admitíala dificultad de llevar a cabo el tranvía con oposición municipal.  “No quiero dejar de albergar la esperanza de que el Ayuntamiento acabe aceptando y podamos hacer la obra”, aseguró.


Por su parte, el Ayuntamiento de Málaga sigue defendiendo que el metrobús es la alternativa “perfecta” para resolver la movilidad, no solo en este entorno, sino también en la zona de Campanillas y el Parque Tecnológico.  El regidor  popular, Francisco de la Torre, echó en cara que la gestión del Gobierno andaluz en materia de metro en estos últimos años ha sido “deficiente” y plagada de “oscuridades”. La Junta se planta en lo pactado en el protocolo de 2013, mientras el regidor dice seguir fiel a que se haga con el consenso de vecinos y comerciantes, muchos en contra.

Muy pendientes del encuentro han estado los vecinos del entorno. Una representación de la Plataforma ‘No al Tranvía al Civil, Sí al PTA’ se concentraba a las puertas de la delegación del Gobierno andaluz para reiterar su rechazo. Si les dan a elegir, el colectivo se decanta por la alternativa municipal, un metrobús, y advierten que si la Consejería de Fomento decide seguir con sus planes convocarán una manifestación para mediados del próximo mes de enero.

Lo que sí es cierto es que, a estas alturas y vistas las posiciones, los plazos estipulados han quedado en papel mojado y completar la red de metro en Málaga para el verano de 2018, con las expectativas de usuarios previstas y, cómo no, los ingresos, se antoja una auténtica utopía.  Un laberinto que se enquista sin visos de una solución pacífica y que volverá a marcar la actualidad en 2017.

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