El 6 de diciembre ha sido en Arcos un día de solemnidad con motivo de la celebración del trigésimo octavo aniversario de la Constitución española. En esta ocasión, la tradicional cita ha revestido mayor emotividad, pues a la ofrenda floral inicial al monumento constitucional le siguió la inauguración de la llamada Galería de los Alcaldes Democráticos, un conjunto de retratos realizados a carboncillo por el pintor arcense Manuel Lozano. Esta muestra, de carácter permanente a la entrada de la Alcaldía, reunió a los alcaldes Jesús Ruiz, José María Carrera, Juan Manuel Armario, Pepa Caro y José Luis Núñez.
En nombre de los alcaldes democráticos, Jesús Ruiz dio las gracias a la actual Corporación municipal por haber tenido el detalle de encargar estos retratos que no vienen más que a recordar a las personas que, con diferentes ideologías y planteamientos sobre el futuro de su ciudad, han trabajado duramente por Arcos y los arcenses. Ruiz felicitó al pintor y a sus compañeros exalcaldes, y recordó que la tarea de ser alcalde es “tan gratificante como sufrida”. Si bien con el nacimiento de la Constitución de 1978 se construía una nueva nación, a él y a los de su época les tocó construir “un ayuntamiento nuevo”.
El actual alcalde, Isidoro Gambín, leyó un pequeño discurso donde enalteció la Carta Magna y los logros sociales que se han producido en los últimos 38 años, gracias al trabajo de hombres y mujeres que han aportado su granito de arena para el desarrollo de nuestra tierra.
Las impresiones de los exalcaldes no pudieron ser más emotivas. Juan Manuel Armario (PP) recordaba momentos muy gratificantes, pero también momentos muy difíciles a la hora de tomar decisiones o enfrentarse a una eventualidad. De hecho, recordó dos momentos claves de su momento: las inundaciones de los años noventa y cuando se desprendió un trozo de peña al lado del Parador de Turismo, como también recordaba que en los años noventa todavía existían vecinos sin cuarto de baño en sus viviendas del casco antiguo. No obstante, señaló que ahora los problemas municipales son “más complejos”, pero también sabe que ahora existen más medios. Y es que a Armario le tocaron dos épocas: una crisis económica y una etapa de bonanza con un boom en el sector de la construcción que propició el desarrollo de la ciudad. Su consejo, ahora ya retirado de la actividad política, es que los nuevos mandatarios se preocupen “del día a día” de los ciudadanos.
Pepa Caro (PSOE) mira atrás con cariño, pero también recuerda momentos duros a lo largo de su gestión. Puesta a admitir posibles errores, señaló que a veces los políticos se meten en sus despachos y no caminan al lado de los ciudadanos… José Luis Núñez (PP) se mostró igualmente nostálgico a pesar de que abandonó la Alcaldía hace apenas un año y medio. Agradeció el acto y sobre todo “un día que se queda en el corazón”. Como sus antecesores, recuerda momentos gratos y también los sinsabores de la tarea de gobierno. Coincidiendo con los anteriores, plasmó que para él ha sido un auténtico orgullo haber sido alcalde de su ciudad. José María Carrera (PSOE) llegó a la Alcaldía de forma accidental, pues vino a sustituir a Jesús Ruiz cuando este marchó a presidir la Diputación provincial de Cádiz. A Carrera le tocaron años duros con el desempleo y con unas infraestructuras públicas que había que mejorar. Hoy día vive con especial orgullo que su hija Ana haya seguido la trayectoria política de la familia como diputada provincial y teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Arcos.
La jornada tocó fin con el discurso institucional oficial del día, leído de nuevo por el alcalde en la plaza del Cabildo, dándole paso a la actuación de la banda municipal de música Vicente Gómez Zarzuela, que comenzó su repertorio interpretando el himno nacional.
Discurso institucional del alcalde
"Un año más, cuando se cumplen 38 años desde su aprobación en referéndum, rendimos homenaje a la Constitución.
Gracias a la Constitución de 1978 han sido posibles la garantía de los derechos y libertades, los fundamentos del Estado social, la participación democrática en la toma de decisiones, el desarrollo de una profunda descentralización política a partir del reconocimiento de la diversidad de nuestro país y, como consecuencia de todo ello, la convivencia social y el incremento del bienestar de los españoles.
La Constitución es sinónimo de impulso político, económico y social para nuestro pueblo; y los representantes electos de la sociedad nos sentimos orgullosos de ella, y de nuestra decisiva aportación a su aplicación y desarrollo.
La España de 2016, en cualquier caso, no es ya la de 1978. La de hoy es una España en la que la mitad de la población no participó en la aprobación de la Constitución y ésta reclama ahora su espacio. La de 2016 es una España más moderna, más rica, decididamente descentralizada, integrada en la Unión Europea, inmersa en la globalización económica, afectada por unas tecnologías de la información y la comunicación que han cambiado la forma de entender el mundo y, también, la forma de hacer política y de gestionar los asuntos públicos. Es una España constituida por millones de ciudadanos y ciudadanas más plurales, más heterogéneos, más formados, más participativos y más exigentes a la hora de reclamar el funcionamiento eficaz de sus instituciones y el respeto a sus derechos y libertades.
Desde el Ayuntamiento, el Alcalde y los concejales tenemos que estar a la altura de las nuevas circunstancias. Así como la sociedad de hoy es distinta a aquella de los albores de la Transición, también se plantean nuevas problemáticas a las que hacer frente. En este día, nosotros mostramos nuestro compromiso con el sistema constitucional, garante del progreso, la paz social, la estabilidad política y la solidaridad territorial para las generaciones vivas y las futuras generaciones de españoles y españolas.
Creemos que la Constitución sigue siendo fundamental para proteger suficientemente el Estado del bienestar, en especial los derechos básicos de las personas; para fortalecer y ampliar los derechos fundamentales conforme a la evolución de los nuevos tiempos y revitalizar nuestro Estado de Derecho; para modernizar y mejorar la calidad democrática y de nuestras instituciones; para mejorar la estructura y el funcionamiento de nuestro modelo territorial fortaleciendo simultáneamente la unidad del Estado, el autogobierno de las Comunidades y el respeto e integración democrática de la diversidad de la España plural; para adecuar y reforzar nuestra articulación con la Unión Europea. Si esta nueva realidad exige a la esfera política un esfuerzo en la búsqueda del mismo consenso que alumbró a la Carta Magna, debemos empeñarnos en ello.
La Constitución de 1978, la mejor de nuestra historia, necesita que sigamos dotándola de nuevo vigor. Desde el Ayuntamiento, donde debemos velar por el cumplimiento de algunos de los más importantes derechos fundamentales de las personas, recogidos en la Ley de Leyes, renovamos nuestro compromiso de cumplirla, y hacerla cumplir.
¡Viva la Constitución!
¡Viva España!"