El cofrade Francisco Sierra Cubero ofreció ayer el Pregón de la Semana de Pasión jienense en el Teatro Infanta Leonor. El acto comenzó con la interpretación de la Banda Municipal de Música de Jaén. El pregonero de la Semana Santa en 2015, el cofrade Prudencio Villar, fue el encargo de presentar a Francisco Sierra, que estuvo acompañado en el escenario del presidente de la Agrupación, Francisco Latorre, y otros miembros de la Junta de Gobierno; el consiliario, Francisco Rosales; y el alcalde de la ciudad, Javier Márquez.
Francisco Sierra Cubero comenzó su pregón con un prólogo en la que recordó las vivencias de su niñez cofrade, contando la historia de un niño que entraba en ebullición con la llegada de la Cuaresma, al que la Semana Santa cautivó y que ayer compartió sus emociones con un intervención viva y verdadera.
En un 2016 en el que los cofrades celebran el Año Jubilar de la Misericordia, Sierra comenzó su pregón con el salmo 36, dedicado a la misericordia.
En la primera parte, Francisco Sierra hizo referencia a la actualidad política, en la que “se ha intentado ridiculizar el nacimiento de Cristo”, y pidió que “dejen en paz a los cristianos, que sólo quieren vivir su fe”, sin olvidar la labor, cada vez mayor, que las cofradías realizan con obras de caridad. Recordó el aborto como la “lacra de este tiempo” e hizo un guiño a la mujer como “el ser más perfecto que Dios creó”. Pidió a los cofrades que no escondan sus creencias y que sigan dando ejemplo de su fe. “El cofrade no sólo tiene que vivir la cofradía en Semana Santa o Cuaresma. Ha de vivirla todo el año. Hay que ser primero católico y después cofrade”, dijo.
Sierra Cubero compartió cómo se vive en Jaén la Cuaresma, esa “vitamina que no se sabe cómo, pero que revitaliza el cuerpo del cofrade”. Y también recordó la figura del costalero e hizo un guiño a su Cofradía, en la que ha trabajado 20 años en su Junta de Gobierno, a ‘La Borriquilla’. Sierra recordó que cuando llegó la Virgen de la Paz una de sus labores fue buscar costaleros. “No tuve problemas, pero pocos decían de hacerse cofrade y nos veíamos de año en año. Ahora todo el cuerpo de costaleros es cofrade de su hermandad”, aplaudió.
La segunda parte del pregón la dedicó a las hermandades, comenzando con las del Domingo de Ramos en el Jaén de sus amores, con la primera Cruz de Guía en la Calle, la de 'La Borriquilla', que en el escenario del teatro estuvo muy presente con un decorado en el que no faltaron respiraderos y candelería del paso de palio, un olivo, palmas y la corona de la Virgen de la Paz. Y es que hasta 2003, fue seis años el Hermano Mayor de la Cofradía de San Roque.
El pregonero imaginó una Semana Santa con “cielo azul y limpio”, con calles llenas de personas que a penas descansan por estar ávidas de cofradías. Sierra se detuvo ante la “belleza sublime” de la Virgen de la Estrella y la cara de piedad y pena de su Cristo...y recorrió cada hermandad, sus vivencias, sabiendo transmitir lo que siente cada Semana de Pasión jienense, lo que para él es la religión que vive y practica día a día y evocando a ese niño hecho hombre y que aún mira embobado las imágenes de Cristos y Vírgenes, con las que se le hace un nudo en la garganta hasta que rompe a llorar por ver “tanto sufrimiento contenido” en la es su Semana Santa, que es, junto a su familia, lo que más quiere este pregonero.
