La Fundación Cajasol inaugurará de cara al público este viernes su nuevo museo en la sede central que la institución tiene en la Plaza de San Francisco, espacio museístico que se llamará Sala Murillo en homenaje al pintor sevillano Bartolomé Estéban Murillo. De esta manera, la fundación vincula su nuevo proyecto al de la conmemoración del IV centenario del nacimiento del pintor, que se desarrollará desde septiembre de 2017 a junio de 2018 y que impulsó el anterior gobierno municipal del popular Juan Ignacio Zoido como la “iniciativa más importante para Sevilla desde la Expo 92”, a imagen y semejanza del Año del Greco, y para la que pidió la colaboración de la Junta de Andalucía, Estado y demás instituciones.
El nuevo espacio museístico de la Fundación Cajasol se estrenará este viernes con la exposición de las Obras Emblemáticas del Siglo XIX, con destacadas piezas del fondo propio de la fundación, una muestra que estará comisariada por Juan Fernández Lacomba, reconocido pintor sevillano e historiador de arte, que colabora como investigador con la Universidad de Sevilla y que ya se ha encargado durante su trayectoria profesional de comisariar un buen número de otras muestras de renombre.
La muestra que inaugurará el nuevo museo de la Fundación Cajasol estará abierta al público desde este viernes, inicio del puente de Todos los Santos, y hasta el próximo 5 de enero, víspera de Reyes.
Con la inauguración de la nueva sala de exposiciones Murillo, la Fundación Cajasol hace realidad su proyecto de museo que la entidad llevaba gestando desde hacia varios años (inicialmente iba a estar situado en el edificio que tenían en la calle Sierpes e iba a contar con una superficie de 14.000 metros cuadrados), que tuvo que abandonar por la crisis y que decidió retomar en el 2013 aunque con un modelo un poco más modesto.
La idea de este museo nació con la premisa de poner en valor y poder exponer los fondos propios adquiridos durante años por la extinta casa de subastas Arte y Gestión, perteneciente a la institución.
Esta colección artística cuenta con más de 4.000 piezas que abarcan desde el siglo XVII hasta nuestros días y Cajasol quería tener un museo propio donde exhibirlas y a la altura de otros grandes de la ciudad como el de Bellas Artes o el Arqueológico.
3.000 metros cuadrados
Así, y según explicó el presidente de la fundación, Antonio Pulido, en septiembre de 2013 durante la inauguración de la muestra Los Maestros del Barroco (última muestra que se pudo ver en la calle Laraña con pinturas de Valdés Leal, Alonso Cano, Francisco de Zurbarán y Murillo) se trata de “una de las colecciones más importantes de España en su género”.
Pulido explicó por aquel entonces que para su nuevo museo la Fundación Cajasol destinaría unos 3.000 metros cuadrados de su sede de San Francisco, distribuidos en las tres plazas del edificio que colindan con la calle Entrecárceles y que tendría un acceso directo desde la citada vía.
El proyecto, que se está articulando en varias fases para poder exponer tanto la colección propia “con marcado carácter andaluz” como muestras temporales de otras entidades, inaugurará este viernes una primera fase en la que se habría habilitado un ala en la sede, y dejaría para el año que viene la adaptación del espacio correspondiente al local que hasta hace poco ocupaba el Bazar Victoria, ubicado en la citada calle Entrecárceles.
Cajasol quería acoger la colección Bellver
Inicialmente, el proyecto de museo de la Fundación Cajasol aspiró a acoger la colección de Mariano Bellver, con el que llegaron a mantener conversaciones, según Antonio Pulido.