El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a S.E.F., de 40 años y vecino de Dalías, a tres años y seis meses de prisión por un delito de robo con intimidación después de que atracara una joyería en El Ejido a punta de navaja y se llevara joyas por más de 35.000 euros.
Según indica el fallo, los hechos tuvieron lugar en diciembre de 2010, cuando el acusado, acompañado de otra persona que ya ha sido juzgada por estos hechos, se dirigió a una joyería del municipio ejidense "con ánimo de enriquecimiento patrimonial injusto".
Una vez llegados al establecimiento, el acusado se dedicó a recoger todas las joyas que pudo, tasadas en unos 35.154 euros, mientras su compañero inmovilizaba al encargado del local, al que puso un cuchillo en la garganta, antes de que ambos se dieran a la fuga.
El acusado reconoció durante el acto de juicio que haber estado en la joyería junto con su compañero, de forma que el robo no estaba planeado sino que "lo pensaron sobre la marcha para comprar droga". Así, explicó que entraron "chillando" a la joyería, por lo que el encargado les dijo que cogieran lo que quisieran antes de que ambos comenzaran a llenar bolsas con los objetos.
No obstante, el procesado aseguró que aunque se sacó una navaja para "intimidar", ésta no se puso en la garganta del encargado, lo que choca con la versión ofrecida por la víctima --hijo de la propietaria del establecimiento-- que aseguró que uno de los implicados le había puesto el cuchillo en el cuello y en el costado, con lo que resulta clara su "gravedad" y "peligrosidad".
Por otro lado, la juez María Soledad Balaguer no considera acreditada la toxicomanía del acusado en la fecha en la que se sucedieron los hechos más allá de que la víctima asegurara que el acusado y su compañero se encontraran "muy nerviosos", lo que no resulta válido a la hora de aplicar una atenuación de la pena.
El compañero del condenado fue también penado por este robo así como otro más que cometió el día 31 de diciembre del mismo año en el citado establecimiento. En esa segunda ocasión, llegó a cortar al responsable de la tienda en un dedo con el cuchillo, de forma que escapó después de que la dueña le entregara 200 euros y algunas joyas. El hombre fue condenado a siete años de prisión por esos hechos.