Los comerciantes de Asunico y los vendedores del Mercado Central de Abastos no están dispuestos a que el proyecto de remodelación de la plaza Esteve y la construcción de la terminal de autobuses “se duerma en los laureles”. Así se lo harán ver a la alcaldesa, Mamen Sánchez, con quien esperan poder reunirse en breve para trasladarle de primera mano su intención de reactivar el tema. El presidente de la Asociación Unión de Comerciantes, Manuel García, y el colectivo de vendedores de la Plaza “van de la mano” en esta actuación y por ello en los próximos días tienen previsto “valorar qué tipo de acciones realizar” para que este proyecto -que llegó a tener financiación gracias al convenio con la Zona Franca- sea una realidad.
No hay que olvidar que esta actuación llegó a convertirse en uno de los proyectos estrella del anterior Gobierno local del PP, de ahí su inclusión en el convenio firmado en 2012 con la Zona Franca en el que también se contemplaba la rehabilitación del convento de San Agustín para su adaptación como Centro de Negocios. Con lo que no contaban entonces era con que los propietarios de los locales comerciales de la planta baja del edificio no se lo iban a poner fácil, dado que la pretensión inicial era la demolición completa de todo el inmueble, inclusive la cafetería de La Vega anexa a este edificio. ¿’Efecto Gamonal? No a esos niveles, porque ni tiene la dimensión del conflicto del barrio de Burgos ni son tan numerosos los comerciantes ni los vecinos implicados en este edificio deshabitado a excepción de la planta baja, pero lo cierto es que la negociación con los dueños de estos establecimientos nunca prosperó. El Ayuntamiento iba a tener que indemnizarlos con cuantiosas cantidades y estaba dispuesto a hacerlo, pero no llegaron a acercar posturas. Al final, el PP acabó aparcando su plan e incluso dando marcha atrás, planteando una demolición parcial que mantendría la planta baja, que también se quedó en stand by. Eso sí, siempre dejaron claro que no iban a renunciar a esta reordenación. Ahora las pretensiones del Gobierno municipal de Mamen Sánchez no contemplan la demolición, y sí su “su personalidad, y el fenómeno arquitectónico singular”, como así aseguró el delegado de Urbanismo, Francisco Camas, en una entrevista a este medio.
División de opiniones
¿Qué proponen los comerciantes y los vendedores de la Plaza?Aquí también hay división de opiniones. Asunico y la Plaza de Abastos son partidarios de la demolición total, pero habida cuenta de la fragilidad de las arcas municipales también plantean otras alternativas que pasan por tirar el edificio conservando la planta baja pero abriendo una calle a la altura de la entrada principal que comunique con Parada y Barreto, donde se ubican los ambulantes. A la par, mantienen su idea de habilitar una terminal de autobuses a la que llegaran todas las líneas. “Creemos que tiene viabilidad, es factible y que no es un proyecto de envergadura que suponga una gran inversión; queremos que ya sea de una forma u otra la actuación en el edificio se lleve a cabo y no se quede tal y como está”, sostiene Manuel García.
En Acoje, por su parte, apelan al “sentido común” y rechazan frontalmente que el edificio se tire. Comparten la segunda opción de Asunico, una demolición parcial, pero su propuesta no tiene nada que ver. Apuestan por dejar la planta baja “con una ligera remodelación”, utilizar las azoteas como espacios culturales, lúdicos y de ocio pero con un cerramiento completo a través de cristaleras, lo cual entienden que “ahorraría mucho dinero a Jerez”. Más que una terminal de autobuses, abogan por habilitar un apeadero y optimizar el servicio al máximo, mejorando las frecuencias.
