Los talibanes tomaron el control de otro distrito en Afganistán, el decimotercero desde el inicio de la ofensiva de primavera el pasado mes de abril, en una operación en la que murieron al menos 16 insurgentes y ocho miembros de las fuerzas de seguridad afganas, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.
El combate por el distrito de Yamgan, en la remota provincia nororiental de Badakhshan, finalizó con la victoria talibana sobre las fuerzas gubernamentales, aunque el Ejército y la Policía afganos planeaban contraatacar para recuperar el control.
Según el Gobernador provincial, Shah Waliullah Adeb, "comandos del Ejército y la Policía" han sido enviados al distrito y están esperando la orden de sus superiores para lanzar la contraofensiva en la zona desde cuatro puntos diferentes.
Cientos de talibanes participaron en la operación que provocó que las fuerzas de seguridad afganas tuvieran que realizar "una retirada táctica", explicó el jefe de la Policía provincial, Baba Jan, quien concretó que en la batalla murieron 16 talibanes.
Aunque Jan no quiso dar datos sobre el número de bajas entre sus filas, una fuente del Gobierno regional, que pidió el anonimato, concretó que en el ataque perecieron también ocho miembros de las fuerzas de seguridad afganas.
Muhammad Zekriya Sawda, un diputado de Badakhshan en la Cámara Baja nacional, explicó que con el control del distrito de Yamgan, que está localizado en una zona remota y montañosa, "los talibanes pueden atacar otros distritos vecinos" con mayor facilidad.
Un portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, señaló hoy a través de su cuenta oficial de Twitter que la situación de seguridad en el distrito es "normal" y que los insurgentes "están listos para repeler cualquier ataque de los enemigos".
El distrito de Yamgan fue conquistado como parte de la ofensiva de primavera que los talibanes lanzaron el pasado 24 de abril, que les ha llevado a controlar 13 de los 397 distritos del país, sobre todo en las provincias norteñas de Badakhshan, Kunduz y Badghis, y Ghazni, en el sur.
El aumento de los enfrentamientos se produce a pesar de que representantes del Alto Consejo para la Paz afgano, de la sociedad civil y de los talibanes se sentaron a la misma mesa el 2 y 3 de mayo en Catar en una reunión "informal", tras la que el grupo insurgente presentó una serie de demandas para el inicio de conversaciones de paz.
El órgano conciliador se mostró abierto a negociar esas condiciones e incluso aseguró que ha comenzado a tratar con la ONU para que elimine de su "lista negra" a los talibanes que participen en el proceso de paz, como ellos mismos habían pedido.