Nacida en Alcalá de Guadaíra, lleva residiendo desde 1.982 en la ciudad, donde se trasladó con su marido y sus cuatro hijos (Juan Manuel, Silvia, Olga y María del Carmen). Es una amante de las manualidades, aunque a lo que más tiempo dedica es al crochet. Ha estado muy vinculada a la AA. VV. de “La Gobernaora” y pertenece a las hermandades de los Dolores de San Francisco y del Resucitado.
¿Por qué eligió a la ciudad de El Puerto de Santa María para residir?
-Pues decidimos a trasladarnos por motivos laborales. Mi marido y dos de mis hijos encontraron trabajo a la vez en una misma empresa en la ciudad, hicimos las maletas y nos vinimos.
Yo había salido poco de la provincia de Sevilla, aunque veníamos muchas veces por esta zona a la playa. Para nosotros no era un destino del todo desconocido.
¿En qué zona de la ciudad reside?
-Cuando me mudé a la ciudad adquirí dos pisos en la Barriada de Los Milagros, yo siempre he vivido en una casa grande y así no me sentía tan agobiada en cuanto al espacio. Luego, tras el fallecimiento de mi marido en un accidente de tráfico cerca de donde residía, me trasladé a la zona del Colegio Luisa de Marillarc.
Esta zona me gusta mucho más, está todo a la mano y cuenta con mejores servicios que la zona norte.
Afortunadamente me cambié de zona, aún conservo muchas amistades en esa zona, ya no está como antes. La zona se encuentra muy degradada y da hasta miedo de entrar.
¿Qué mejoraría de la ciudad?
-Como ya dije soy alcalareña, de Alcalá de Guadaíra o también llamada “Alcalá de los Panaderos”. Nosotros desde siempre hemos vivido muy ligados al río, tanto que incluso lo pusimos de nombre a la ciudad. El Puerto de Santa María necesita de abrirse al Guadalete, limpiarlo y darle el sitio que se merece.
Esta semana estuve tapeando y paseando por el centro de la ciudad, es una pena la cantidad de casas que hay vacías y en mal estado.
Deberían de repoblar el centro y arreglar estas viviendas para que sea un placer pasear por las calles.
Soy una amante de las flores pero veo que nuestros gobernantes no lo son tanto. Cada vez que arreglan una plaza talan árboles, exceptuando la Plaza de Miguel del Pino, que sorprendentemente no han talado, han incrementado bastante el arbolado en la misma. Se talaron árboles en la Glorieta del Magisterio, en la Plaza de Elías Ahuja, en la Calle Francisco García Domínguez y en la Plaza Maestro Guillermo Beltrán.
¿Qué servicios echa en falta?
-Pues me traslado muchas veces a mi ciudad natal, o viene mi hermana Anita a visitarme y pasar el verano conmigo en la playa. La ciudad necesita de una estación de autobuses. Es una vergüenza que con casi 100.000 habitantes con los que cuenta, no sean atendidos como se merecen.
Eso de tener que estar esperando debajo de una marquesina con sol, viento o lluvia no es de recibo.
