Como en el tango de Gardel, para Pedro Rodríguez parece que ‘20 años no es nada’. Así al menos se desprende del convencimiento que quiere transmitir al electorado en una campaña en la que se siente como pez en el agua. Más personal que nunca, con Perico como marca, el alcalde conjuga estos días el mano a mano con los ciudadanos con una carpeta llena de macroproyectos que asegura que son viables para el desarrollo de Huelva. En unos días sabremos si su estrategia le basta para liderar el sexto mandato de la era ‘Rodri’.
¿Qué sensaciones está recibiendo de la calle durante la campaña?
–Son excesivamente buenas. Hay una sensación de que hay que ganar. Me trasladan la responsabilidad de que tengo que ganar y yo les digo que tienen que votar. Es mi sexta campaña municipal y nunca he visto a la gente tan movilizada. Si fuera por los ánimos que recibo, te diría que voy a ganar, pero tengo los pies en la tierra y sé que esos ánimos vienen de la gente que quiere que gane.
¿Qué le diría a los que piensan que su modelo y su personaje político están ya agotados?
–Les diría que es una opinión personal que respeto, pero no comparto porque si la alternativa es la de ellos, la de los otros candidatos, pues no tienen experiencia, ni tienen ningún motivo para considerarse que son mejores líderes que yo. He demostrado en 20 años de lo que soy capaz y ellos no han demostrado absolutamente nada; al contrario, cuando alguno ha trabajado en algún cargo público su balance es muy negativo. Fíjate si no estoy agotado que me he podido permitir el lujo en esta campaña poner mi nombre de pila, poner Perico. Tengo un nivel de conocimiento y de aprecio de la gente muy alto, y eso lo sé, y lo personalizo todavía más llamándome Perico.
Estamos asistiendo a una batería de propuestas por parte de todos los candidatos. Desde su punto de vista, ¿cuáles son las medidas más urgentes que se deben llevar a cabo en esta ciudad a partir del 25 de mayo?
–Aparte de seguir el día prestando los servicios públicos, lo más inmediato que afrontaré es el tema del Recreativo y el tema de los fosfoyesos. Los fosfoyesos, con la creación de un comité de expertos para poder ofrecer una alternativa al proyecto de Fertiberia. Y el Recreativo, que hay que equilibrarlo, hay que hacer lo que sea. Me he comprometido a que el Recreativo nunca desaparecerá. A partir de ahí, el plan estratégico a trabajar en los próximos cuatro años con la segunda transformación urbana. Y por otro lado, la implicación absoluta del Ayuntamiento con un nuevo modelo productivo en Huelva, con la implantación de la industria agroalimentaria, la industria tecnológica… Me voy a volcar en lo económico y en la creación de empleo.
Esta semana hemos conocido una auditoría del Recreativo que señala la inviabilidad del club en 2ª B, ¿qué puede hacer sobre esto un Ayuntamiento?
–El Recreativo será viable. Me he comprometido a hablar con quien haya que hablar para que sea viable, y lo será.
¿Cuándo se hará efectivo el millón de euros que el Ayuntamiento ha dicho que dará para la ampliación de capital?
–Cuando se sepa qué va a pasar con la sociedad. Vamos a esperar a si baja o si no baja, lo normal es que baje, pero yo estaré trabajando para que en el Recreativo haya estabilidad económica ya sea con Gildoy o con otro.
¿Se arrepiente ahora de la venta a Gildoy?
–No. Cómo me voy a arrepentir si es que no había nadie. Si hubiera venido Cepsa, Fertiberia, el Corte Inglés o usted, pues se lo hubiera llevado. El error es decir que le vendí el club a nadie. El alcalde no le vendió el club a Gildoy; el Ayuntamiento sacó a concurso público la venta del 75% de las acciones y fue aprobado en pleno, y esos señores cumplían todos los requisitos, y esos señores han estado dos años perfectos en los que el Recreativo ha estado a punto de ascender a Primera o ¿ya no nos acordamos de eso? Y si Sergi no se va y este año sube a Primera, ¿qué? ¿Me haríais un monumento?
En cuanto a los fosfoyesos, ¿está de acuerdo con el plan de tapado que ha presentado Fertiberia?
–Yo estoy en contra y ya lo dije en el Ayuntamiento, no ahora en campaña. Yo propongo a la mesa que creemos un comité de expertos que nos expliquen y hagan un estudio de ese proyecto para que nos digan si eso es correcto o no porque yo no soy científico. Los fosfoyesos empezaros a tirarse allí sin preguntar al Ayuntamiento. Se tiraban y punto. Ahora, hay que restaurar aquello porque lo dice la Audiencia Nacional y ahora hay que preguntarle a los onubenses sobre qué se hace allí. Como no puedo ir preguntado a la gente uno a uno por la calle, voy a nombrar una comisión que no se ha hecho porque algunos de los que estaban allí pasaron un poco de la comisión y porque había que financiarla y no quisieron. Ni la Junta ni Madrid quisieron saber nada de la comisión y alguno que otro de por aquí, también. Ahora lo que voy a hacer es crear la comisión y la va a financiar el Ayuntamiento. Si la Junta y el Ministerio no quieren, pues que no quieran, y que no están en la comisión, pues que no estén, pero se va a hacer. Ahora tengo un presupuesto y pongo una partida para eso. Más claro, el agua.
Si cupiera la posibilidad de que fuera viable económicamente, ¿apuesta por que se lo lleven de ahí?
–Claro, yo no estoy de acuerdo con que aquello haya que taparlo. Iré hasta el final con el informe de los expertos, y si me tengo que enfrentar y denunciar al Ministerio, lo haré. Parto de un principio. Yo soy el alcalde y a mí no me hacen lo que hicieron hace 60 años. Estamos en democracia y no podemos tirar para adelante porque sí con lo que diga Fertiberia; la Junta y el Ministerio no pueden tirar para adelante sin más con lo que diga Fertiberia. Aunque Fertiberia esté cumpliendo la sentencia y esté cumpliendo su trabajo, con ese trabajo yo no me conformo.
¿Se atreve a decir que este mandato va a ser el principio del fin del problema de los fosfoyesos?
–Lo que me atrevería a decir es que voy a trabajar en este mandato para que los fosfoyesos no sean un problema para Huelva.
Antes ha apuntado su apuesta por cambiar el modelo productivo. ¿Qué otras medidas tiene para la creación de empleo?
–El empleo lo crean las empresas, no el Ayuntamiento, aunque el Ayuntamiento tenga 1.200 trabajadores, que es una barbaridad, la empresa más grande de Huelva después de Cepsa y la Universidad. Yo genero y mantengo empleo y eso es importante. Pero aparte de eso, las empresas son las que crean empleo, por lo que voy a poner todo mi interés en impulsar hablando con las empresas directamente para que se instalen en Huelva, para que se abran camino. Por ejemplo, tengo muy avanzado una comunidad de regantes para poner en regadío 3.000 hectáreas en la Ribera. Voy a pedir en Madrid que llegue el agua allí. Cuando eso se consiga, dará 20.000 empleos. Voy a trabajar por la industria agroalimentaria en la capital, para lo que hay que tener terrenos y tenemos un parque Huelva Empresarial que está la mitad por urbanizar y hay que ponerlo en valor. Aquello tiene mucho futuro agroalimentario. Además, en ese parque queremos ofrecerle a las empresas auxiliares que van a venir cuando se ponga en marcha el centro de drones, les daré suelo para que haya allí un área de empresas auxiliares. Y, cómo no, el turismo. Todo el trabajo que llevo haciendo estos cuatro años para que esta semana se haya tirado el puente y para que se hagan los trenes lanzadera, eso es futuro en el turismo y eso es empleo. La estación terminará en otoño del año que viene y los trenes llegarán calculo que en tres o cuatro años, entonces el turismo aumentará.
Da la sensación de que la ciudad sólo se mueve especialmente cuando se aproximan las elecciones. Hay más obras, más operarios por las calles…
–Bueno, aquí y en todos lados, pero no te creas. Nosotros, por ejemplo, llevamos trabajando en la Isla Chica hace cuatro meses, no desde ayer. Hay mucho trabajo que no se ve, como por ejemplo con los trabajos para empezar las obras de la futura estación, que llevamos gestionando desde hace más de un año.
¿Qué viabilidad tienen los macroproyectos que está presentando, como por ejemplo la segunda transformación urbana?
–Son proyectos en los que venimos trabajando desde hace unos meses. Nosotros tenemos desde hace unos meses una propuesta europea de Fondos Feder con un plan de financiación para construcción de ciudades sostenibles. Ese plan contempla la financiación del 80% con fondos europeos, y nosotros estamos en condiciones, porque la economía del Ayuntamiento ha mejorado y tenemos liquidez, de aportar el otro 20%. Nosotros hemos presentado nuestra propuesta de que queremos estar en ese plan, ahora se lo estamos enseñando a la gente y explicando en qué consiste la segunda transformación urbana.
El mayor cuerpo a cuerpo entre el candidato socialista y usted se está librando en Isla Chica, ¿quién ganará ese combate?
–La política no es un combate, es una forma de hacer, de ser y de trabajar. Yo estoy en Isla Chica hace cinco meses, la Junta de Andalucía hace seis años que debería haber estado y no está. A la Junta le he ofrecido pagarle el centro de salud porque ahora puedo, como hice con las Adoratrices, que fue el último que se construyó como Dios manda, ¿y sabe usted quién lo pagó? El menda. Y pago y que me lo devuelvan en cómodos plazos, y en el suelo que quieran. Tienen todo el estadio a su disposición. Más claro, agua. ¿A usted le han contestado? Pues a mí, tampoco.
¿Tiene alguna idea para la avenida Francisco Montenegro?
–No, como cosa concreta, no, porque aquello es del Puerto, pero lo que me gustaría es que la ría fuera una calle más de Huelva; me gustaría que, una vez que esté el Paseo Marítimo y el Ensanche, toda la avenida fuera peatonal. Ese sería el gran sueño de mi vida.
“Tras lo mal que estábamos, ahora nos sobra el dinero ”
No le cabe en la cabeza otra cosa que revalidar la Alcaldía, hasta tal punto de que elude dar una respuesta concreta a si seguiría trabajando desde la oposición en caso de no ganar el próximo domingo. Trabaja para tener mayoría absoluta, pero presume de una capacidad de negociación y diálogo suficiente para alcanzar pactos en caso de que los electorales no otorguen a nadie una victoria contundente.
¿Qué errores ha cometido durante estos 20 años?
–Más que errores, diría que lo podía haber hecho mejor. Hay barrios a los que me hubiera gustado haber tocado más a fondo, como Pérez Cubillas, donde me hubiera encantado hacer un proyecto de rehabilitación de las viviendas municipales que están tercermundistas. Voy a presentar al Ministerio el proyecto de Pérez Cubillas para desalojar a la gente de aquellas casas y hacerles viviendas en condiciones. Eso no lo he hecho y me gustaría haberlo hecho, pero es verdad que el Ayuntamiento no tenía capacidad económica. Estos cuatro años han sido los más duros de los 20 años, pero me queda el gran sabor de boca de que después de lo mal que estábamos, casi para tirar la toalla, ahora, entre comillas, nos sobra el dinero. Me arrepiento de no haber tomado ciertas decisiones en un momento determinado, de manera más rápida… El problema de la política es que cuando tomas una decisión, beneficias a unos y perjudicas a otros, y en esa balanza estás siempre. Yo no quiero molestar a nadie, pero sé que eso es imposible.
¿Cómo se posiciona ante posibles pactos?
–No me importa pactar con el PSOE, me llevo muy bien con su portavoz. Pacto con cualquiera porque los pactos del Ayuntamiento no son los mismos pactos que los del Parlamento o el Congreso. Al final, cuando entran los partidos en el Ayuntamiento se produce el síndrome de Estocolmo, y todo el mundo defiende antes a su ciudad que a su partido. Si el alcalde tiene capacidad de diálogo, se puede aliar con cualquiera. No me niego a pactos con nadie, pero tengo mucha confianza en no tener que pactar con nadie, que es lo mejor que le puede pasar a una ciudad, tener estabilidad política para tener agilidad.
En el supuesto de que no sea alcalde, ¿seguirá trabajando en la oposición?
–Yo voy a ser alcalde.
¿Y si no?
–Yo voy a ser alcalde. No contemplo otra. Una vez que pase eso, contesto. Ahora mismo ni me lo he planteado.
¿Por qué hay que votar a Pedro Rodríguez?
–Porque tengo experiencia, porque defiendo a Huelva por encima de todo, porque quiero mucho a mi ciudad y a mi gente y la prueba más efectiva es que he dejado la seguridad del Parlamento por las incertidumbres de unas elecciones, y porque quiero seguir siendo el alcalde.
