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Sevilla

Condenada a dos años de cárcel por incendiar un club de alterne por celos

La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a una mujer acusada de incendiar de forma premeditada un club de alterne de Bormujos por los celos que le provocaron las relaciones que su novio mantuvo con una trabajadora del prostíbulo

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La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a una mujer acusada de incendiar de forma premeditada un club de alterne de Bormujos (Sevilla) por los celos que le provocaron las relaciones que su novio mantuvo con una trabajadora del prostíbulo.

La mujer, que ha sido condenada por un delito de daños, deberá indemnizar con 2.000 euros a las dos regentas del local tras pagar casi 9.000 euros por los daños que causó, según reconocieron los representantes de la acusación particular.

Según la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Sevilla, a la que ha tenido acceso Efe, la condenada, N.M.T.S., quemó el local en el que trabajaba de forma discontinua en labores de limpieza.


Ante la sospecha de que su novio había tenido una relación con una chica de la casa de alterne, el 31 de marzo de 2012 se personó en el lugar que regentaban dos mujeres y preguntó por la trabajadora con la que supuestamente se había relacionado su novio.

Cuando la prostituta entró en la cocina, comenzó una discusión que acabó en un forcejeo entre ambas, y cuando se fue la chica, la condenada aprovechó para subir a la primera planta del inmueble, donde no había nadie, y prendió fuego en el interior de un armario empotrado de una habitación que se propagó por la casa.

Luego bajó las escaleras y salió de la casa, llamó al timbre y le dijo a una de las regentas del local: "a ver si ardéis".

Tras estos hechos, el juzgado de instrucción 19 de Sevilla acordó la prohibición de que la procesada se aproximarse a menos de 200 metros del club así como que se comunicara con la trabajadora del local.

Un mes más tarde, la acusada se acercó a otra de las dueñas del local cuando estaba en el parque de la Plaza de la Cepa, de Tomares (Sevilla), y le dijo que sabía dónde vivía y que le tenía que pegar fuego con su niña dentro, concluye la sentencia.

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