Cuando Ciudadanos Independientes de Sanlúcar nació en 2006 como partido independiente, se planteó prepararse para las municipales de 2015. El apoyo recibido y la coalición pactada con el PSOE les ha llevado a gobernar durante los dos últimos mandatos, lo que les ha permitido tomar el pulso a la ciudad y conocer más de la gestión municipal. Con el reto de las próximas municipales por delante, Juan Marín denuncia el ‘abandono’ al que las distintas administraciones tienen sometida a la ciudad.
—Quedan ocho meses para las elecciones municipales. ¿Cómo va a llegar CIS a esa cita?
—Llegaremos con un equipo bastante renovado en cuanto a las personas que van a conformar la lista electoral, aunque hasta enero no entraremos en ese debate interno. Después de ocho años de trabajo hace falta una inyección de savia nueva a la política municipal. Llegamos satisfechos porque el partido está consolidado y no necesitamos ayuda de nadie para afrontar la campaña electoral con dignidad.
—Lo que si podría afectarles es si entrara en vigor la reforma electoral anunciada por el Gobierno…
—Si definitivamente el gobierno del PP aprueba la reforma de la Ley electoral, no hay ningún género de duda todas las formaciones políticas de la dimensión de CIS o IU en Sanlúcar, estamos abocados a desaparecer. En ese sentido sí tendríamos que plantearnos ya la incorporación a Ciudadanos. Todo lo que esté por debajo de un 25-28% de intención de voto no va a tener la posibilidad de entrar en una segunda vuelta y poder crecer.
—Estamos hablando de unos porcentajes que sólo han superado en las municipales PSOE y PP, con lo que el panorama cambiaría completamente…
—Solamente habría dos candidatos posibles y sobre ellos los ciudadanos tendrían que elegir. Y fuera cual fuera el resultado, sería alcalde con mayoría absoluta, con lo cual no habría opción ni de fiscalización de la gestión municipal. Creo que es un disparate, una cacicada total que solamente obedece al miedo del PP a perder el poder que tiene ahora en este país.
—El planteamiento de IU de hacer alianzas con fuerzas de izquierdas, ¿cree que se debe a esta posibilidad de que se aplique la reforma o a una estrategia para unificar las fuerzas emergentes de izquierda como Podemos?
—Yo creo que IU, cuando ha entrado a gobernar en muchas instituciones, ha dado con la dimensión de lo que su proyecto puede dar de si y se ha desgastado de una manera terrible. Aquí, cuando pide comisiones de investigación para el caso de la escuela de verano, en Andalucía vota en contra de que la presidenta Susana Díaz comparezca en el Parlamento para que pueda dar explicaciones sobre los cursos de formación. Eso da una imagen muy real de lo que está haciendo IU: asegurarse la permanencia en el poder ejecutivo a nivel andaluz y en las instituciones a nivel provincial y local. Y eso los ciudadanos lo ven. Igual que se darán cuanta si Podemos algún día tiene la posibilidad de gobernar. Cuando la gente se de cuenta de que eso es una utopía, que no puede ser y menos en los tiempos que corren, que no se le puede dar una vivienda a todo el mundo por el simple hecho de tener derecho a una vivienda. Cuando se den cuenta, la burbuja que se ha creado en torno a un proyecto que ha afianzado el PP con el propósito de dividir a la izquierda, aunque se les ha vuelto en contra, verán como sucede igual que con IU. Sanlúcar es una ciudad muy complicada donde yo creo que todavía falta por hacer mucho. Falta cultura democrática real. Los ciudadanos no somos conscientes de que lo que hay es de todos, no sólo del ayuntamiento, y eso lo compruebas cuando vas por la calle y ves que la gente no respeta una señal de tráfico, que parten las papeleras…
—Estas serán las últimas elecciones a las que concurra como candidato. ¿Es directamente proporcional la desconfianza de los ciudadanos hacia la política con el desencanto de los políticos por la gestión?
—Tiene mucho sentido lo que me plantea, pero voy a serle sincero. Yo me comprometí con mis compañeros a llegar a las elecciones de 2015, que era nuestro objetivo. Es verdad que en estos años hemos podido hacer cosas de las que llevábamos en nuestros programas, muchísimas más de las que creíamos que podíamos llevar a cabo y hay otras que se han quedado en el camino. ¿Los sinsabores? Yo contaba con ello. A mí me duele más la crítica o la traición de gente cercana que lo que puedan opinar los ciudadanos, porque los ciudadanos tienen una problemática que muchas veces los políticos no queremos darnos cuenta de esa realidad. Para nosotros nuestro objetivo es sanear las cuentas del Ayuntamiento, sacar a la ciudad de la situación económica que tenía, pero para el ciudadano es más importante una papelera que tiene en la puerta de su casa que está rota o que nadie va a recogerle la basura.
—Del pacto de Gobierno que firmaron en 2011 se han cumplido algunos proyectos pero quedan otros pendientes, como el convenio de infraestructuras deportivas y el parque de ocio de las piletas. ¿qué va a pasar con esos proyectos?
—En infraestructuras deportivas sólo queda liquidar las cuentas entre el Ayuntamiento y la Junta y entendemos que es favorable para el Consistorio en unos 700 mil euros porque las inversiones municipales han sido superiores a las de la Junta. Es cierto que la Junta está pendiente del desarrollo y la ubicación del centro que queda pendiente y que tendremos que retomar ya que no hemos vuelto a tener noticias de un proyecto privado para ejecutar en esos terrenos. El parque de ocio de las Piletas y los accesos, por ejemplo, dependen de que la Junta de Andalucía incluya el dinero que tiene que poner en sus presupuestos, para iniciarlos porque el Ayuntamiento estaría dispuesto a poner su parte de la inversión.
—También influye en este proyecto la ubicación de la EDAR...
—Si, estamos en un año en el que parece que la Junta va a destinar dinero para la realización del proyecto. Habrá que ponerse de acuerdo sobre qué proyecto es el que más interesa para la ciudad. Todos estamos de acuerdo en que hay que trasladar la EDAR. Eso requiere de una inversión y unas infraestructuras muy grandes o la posibilidad de transformarla en una estación de bombeo hacia Chipiona… son opciones que hay sobre la mesa y que habrá que estudiar la mejor, pero la EDAR hay que quitarla de donde está. Estos proyectos no los pueden asumir los Ayuntamientos, tienen que ser fondos que vengan de otras Administraciones.
—¿Sanlúcar está sufriendo el desamparo de las administraciones?
—Si, Sanlúcar y otras localidades en la provincia de Cádiz, pero especialmente Sanlúcar porque quien realmente maneja dinero hoy en las administraciones es la Diputación provincial de Cádiz, a la que no le interesa Sanlúcar salvo para la foto. Y la Junta de Andalucía tampoco está haciendo su trabajo. Si Susana Díaz cumpliera con lo que la Junta tiene firmado con Sanlúcar, el mercado de abastos no lo estaríamos haciendo con recursos propios. No se está haciendo ningún esfuerzo, como sí se hizo, y tengo que reconocerlo, en la anterior legislatura 2007-2011. Sí se hicieron inversiones importantes en Sanlúcar. Ahí, doña Irene García, con la ayuda de Luis García Garrido y otras personas más sensibles con esta ciudad, nos ayudaron mucho. Pero esta legislatura 2011-2015 la van a pasar en blanco porque ahora aprueban unos presupuestos para 2015 pero, ¿qué vamos a levantar Sanlúcar en 2015 si es que vinieran esas inversiones? Creo que las administraciones no han dado la cara con esta ciudad y el Gobierno municipal nos hemos tenido que ir buscando soluciones por nuestros propios medios.
— ¿Cuál es su prioridad ahora mismo?
—El problema principal sigue siendo la falta de recursos de muchísimas familias que no tienen cómo llegar no a fin de mes, sino al final del día. Eso es lo que me quita el sueño. Ahí hemos destinado gran parte de los recursos pero no es suficiente. Hace falta destinar más aunque no sean competencias municipales, tenemos que hacer ese esfuerzo. Y si Sanlúcar tiene que estar sucia un año más, lo que no puede estar la gente es sin comer un día más. Y si los planes de empleo que entran ahora en vigor son la solución pues que vengan todos los que tengan que venir. Yo no lo creo, creo que es dar una patada hacia adelante. Las inversiones deben venir en otra línea, pero ahora mismo los problemas del paro de infinidad de familias sanluqueñas hace que muchas veces uno se plantee si el trabajo que hago todos los días merece la pena.
—Esta situación ha originado la ocupación ilegal de viviendas por parte de unas 300 familias. Las competencias en Vivienda reiteran ustedes, son de la Junta, pero el Ayuntamiento tiene el problema aquí. ¿Qué van a hacer ustedes?
—Las personas que dan una patada a una puerta lo hacen porque no tienen recursos. Todo está motivado por lo mismo, por la situación de desempleo y la desesperación. Yo no comparto las formas, las puedo entender pero no defender. La administración ha estado muy ciega y ha permitido que las entidades financieras llegaran a un extremo en los desahucios y las hipotecas, que no debían de haber llegado nunca. Pero lo han hecho por un interés partidista, como el caso del PP. Los Ayuntamientos tenemos ahora el problema, de los centenares de personas desesperadas. Seguramente no todos los que estén ocupando esas casas necesiten una vivienda. Cuando acudes a las distintas administraciones que tienen que atender a estas personas, no quieren saber nada, que te busques la vida.
—¿Esa es la respuesta que han obtenido de la Junta?
—La respuesta que hemos obtenido de la delegación territorial es que van a negociar con los bancos para lograr un alquiler social. Pero, ¿cuando van a negociar? Mientras tanto, la gente qué vive, ¿en la calle? El sistema tiene que ser más ágil en darle respuestas a los ciudadanos. Nosotros, con el alcalde, hemos estado con distintas entidades financieras de Sanlúcar que tienen viviendas y hay disposición por parte de estas a falicitar un alquiler social, pero quieren una garantía, la garantía de un alquiler social por parte de la Consejería de Vivienda. Los ayuntamientos podemos hacer de enlace, pero tiene que haber disposición real, no un juego político como se está haciendo con las corralas.
—¿Cree que interesa mantener este asunto hasta las elecciones?
—Pienso que si.
—¿Se venatados de pies y manos desde el Ayuntamiento para solucionar este tema?
—En el punto en el que nos encontramos, sólo podemos prestar ayuda a las familias, pero no una vivienda. Teniendo en cuenta que son viviendas privadas, sí, estamos atados de pies y manos porque es la Consejería de Vivienda la que tiene que garantizar el aval del alquiler social. Es más facil, más barato y más ágil que construir viviendas. Es cuestión de voluntad. Las entidades financieras, si se les aprieta, también terminan entrando en la colaboración. ¿Por qué no se hace? No hay voluntad de arreglarlo. Cuando llegue mayo y vean los resultados electorales, y ya en junio actuaremos de otra manera, es así.