Las notas musicales sirven de pretexto a Sebastián Nicolau, de 53 años y procedente de una familia de artistas, para configurar un universo plástico dotado de una profunda expresividad, junto a una espiritualidad que se manifiesta también, a través de una aplicación sobria y controlada del color.
La muestra Sebastián Nicolau. Woekin, en la que se agrupan un total de 74 obras –21 óleos, 24 dibujos, 7 collages y 22 esculturas–, resume la actividad desplegada por este artista en la última década y ofrece al público la posibilidad de adentrarse en su universo de espacios y formas donde la musicalidad del jazz lo impregna todo.
Acompañada del comisario Víctor Zarza, el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Pérez Boada, y del propio artista, la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, ha presentado esta exposición que descubre la obra actual de un artistas cuyo estilo ha evolucionado hacia el minimalismo constructivo desde un inicial realismo.
Consuelo Ciscar destacó que, en su obra actual, Nicolau “trata de evitar lo concreto, lo efímero o los límites porque, fundamentalmente, trabaja con la geometría para ordenar el espacio creativo”.