Los trabajadores de la empresa municipal de transportes de Sevilla, Tussam, han exigido que se ponga en marcha un protocolo de actuación ante los "ataques" en determinadas zonas del Polígono Sur que aseguran que están viviendo los vehículos y que conlleva "riesgos ciudadanos, tanto para los pasajeros como para el conductor".
Así, aseguran que tres autobuses de la línea 31 se vieron afectados en una misma tarde "por el impacto de balines", tal como señala en su edición de este lunes El Correo de Andalucía, y advierte de que si no se estudian medidas, como podría ser el desvío de la parada de la zona de la calle Victoria Domínguez Cerrato "a unos 150 metros" y el aumento de la seguridad, los trabajadores "tendrán que actuar".
En este sentido, el secretario de la Agrupación Sindical de Conductores (ASC) en Tussam, Isidro Fernández, ha indicado a Europa Press que los trabajadores tomarán las "medidas oportunas" si no se realiza un protocolo que contemple estos "altercados", insistiendo en la necesidad de que "se vele por la seguridad de la plantilla y de los usuarios". Afirma que los impactos en los cristales de los vehículos eran de "balines", algo que indica que también ocurrió en septiembre.
"La zona no está completamente normalizada y hay que tener en cuenta el recorrido de las líneas 30 y 31", subraya, proponiendo que, "cuando haya altercados, el autobús se desvíe a otra calle que se encuentra a 150 metros", una medida que espera que la dirección de la empresa estudie y tenga en cuenta.
En la misma línea, el secretario de la sección sindical de CCOO en Tussam, Miguel Pereira, indica a Europa Press que "hace tiempo pedimos el desvío de los vehículos, porque no es la primera vez que disparan con balines", y recuerda que desde la empresa ya se están tomando medidas como la protección de los cristales con vinilos para "evitar que los cristales salten en pedazos ante piedras y balines".
"Los ataques se siguen repitiendo por lo que necesitamos un protocolo y que se corten las líneas por las calles que sucede porque si no se hace nada el final será que esa zona de la ciudad quede sin servicio", sentencia, advirtiendo de que "el 95 por ciento de las personas que viajan en los autobuses son gente normal y necesita protección". Así, insta a que haya personal de protección con los vehículos por esta zona de la ciudad.
Pereira concluye que "hubo un tiempo de relativa tranquilidad, pero esos brotes vuelven a pasar, ya que esos casos puntuales se repiten con demasiada frecuencia". "No se puede esperar a que el afectado directo sea el conductor, con una pedrada o balín con lo que puede acarrear para la conducción del vehículo", insiste, afirmando que "de manera habitual los vehículos no van escoltados, sino que cuando son atacados, en una de las vueltas pasa por allí un patrullero".
