La Asociación de Consumidores y Productores de Agricultura Ecológica ‘La Borraja’ apuesta por incentivar los huertos compartidos entre la ciudadanía sanluqueña al considerar que cada vez hay más personas que quiere cultivar sus propios productos. Considera que son muchos los que van tomando conciencia de la baja calidad de los productos que proporciona la agricultura industrial, que trata “la tierra como una fábrica e inunda los cultivos de fertilizantes inorgánicos, pesticidas, hormonas y conservantes”. Igualmente porque otros sienten el desarraigo y la falta de contacto con la naturaleza, tienen tiempo y les apetece disfrutar del placer que supone trabajar un huerto tradicional, sin olvidar la época de crisis que padece la sociedad desdes hace varios años. Valora a su vez la multitud de de terrenos, ya sean públicos, de particulares, de empresas y de asociaciones que están desaprovechos y sin cultivar.
Esta asociación comunica que “nos hemos propuesto hacer un llamamiento, primero entre nuestos socios, para ver cuánta tierra, pequeñas parcelas, en principio, se podría poner a disposición de otros que quieren cultivarla. La idea es que las dos partes se pongan de acuerdo, firmando un contrato con la garantía intermediaria de La Borraja, por ejemplo, para compartir la cosecha consultante”.
Adelanta que “estamos pensando en personas mayores que ya no puede trabajar su terreno, con pensiones bajas, a los que les vendría muy bien el aporte de alimentos recibidos como compensación; multitud de terrenos de empresas dedicadas a césped o directamente abandonados”.
Destaca que “por supuesto, hacemos también un llamamiento al Ayuntamiento y otras Administraciones que poseen terrenos y que podrían también instar a bancos e inmobiliarias, por lo menos, a ceder esas tierras para proporcionar trabajo, formación y comida en tiempos de escasez”.
La Borraja apuesta por la agricultura ecológica, la soberanía y autosuficiencia alimentaria, la producción local de alimentos y el empoderamiento ciudadano fomentando la solidaridad y la cooperación. Cree en este modesto proyecto y anima a todos los sanluqueños y sanluqueñas a participar cediendo tierras, ofreciéndose a cultivar aportando conocimiento, tiempo y energía.