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Huelva

Dos policías locales salvan a un bebé de dos meses con síntomas de asfixia en un control de tráfico

La Policía Local del Ayuntamiento de Almonte ha incrementado su presencia en la calle desde primeros de julio, doblando los efectivos con servicios extraordinarios tanto en El Rocío como en Matalascañas las 24 horas

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Dos agentes de la Policía Local de Almonte (Huelva) han salvado la vida de un bebé de dos meses al practicarle uno de ellos la técnica de reanimación específica para bebés, tras comprobar que el bebé no respiraba y presentaba síntomas de asfixia en la coloración de la piel, y todo ello en un control de tráfico este domingo por la Carretera Norte, y a la altura de la rotonda de los dólmenes, momento en el que vieron un vehículo parado con las luces de posición encendida y a una joven pareja de unos 24 años de edad, progenitores del citado bebé.

   Cuando el pequeño empezó a reaccionar lo trasladaron rápidamente en el mismo coche de los padres, parando el tráfico existente en ese momento, hasta el cercano centro de salud de Matalascañas, donde fue atendido por los servicios médicos, siendo dado de alta sobre las 22,30 horas, según ha informado el Ayuntamiento de Almonte en una nota.

   Al respecto, el alcalde de la localidad, José Antonio Domínguez (PP), ha alabado el trabajo de estos dos agentes y ha remarcado "los frutos que se están obteniendo gracias al refuerzo de los servicios de Seguridad Ciudadana, que justifican sobradamente el gran esfuerzo económico realizado para este verano".

   La Policía Local del Ayuntamiento de Almonte ha incrementado su presencia en la calle desde primeros de julio, doblando los efectivos con servicios extraordinarios tanto en El Rocío como en Matalascañas las 24 horas.

   En Matalascañas, la zona de bajamar cuenta con una patrulla permanente mañana y tarde, con quads de nueva adquisición para hacer cumplir las ordenanzas municipales de uso de playa de Matalascañas como pesca con caña; prohibida en la zona de baño desde las 10,00 horas hasta las 22,00 horas; juegos de pelota prohibidos durante la marea alta; venta ambulante totalmente prohibida; pequeños hurtos o apoyo a los vigilantes en la búsqueda de niños perdidos, entre otras actuaciones.

   Durante la noche, el trabajo se centra en el control del botellón en cada uno de los núcleos, lo que hace que esté bastante controlado. Asimismo se hace un control de contaminación acústica y supervisión de horarios de cierre de establecimientos comerciales y bares.

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