El tiempo en: Barbate
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Los sobresueldos de Juan Ignacio Zoido

Zoido ocultó que durante seis años, incluido el primero como alcalde, el PP le pagó 24.840 euros/año

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

Nunca como en esta ocasión cobra mayor sentido la expresión periodística y política “tirar de hemeroteca”. Las hemerotecas son las bibliotecas de periódicos, los cuales fueron definidos por el clásico como “los notarios de la actualidad” porque, entre otras muchas cosas, dan fe de las promesas, declaraciones y hechos de políticos y gobernantes.

Aquí y ahora vamos a tirar de hemeroteca para transcribir, en primer lugar, una mínima parte de una entrevista concedida por Zoido a ABC el 13 de junio de 2011, tan sólo dos días después de su toma de posesión como alcalde. Esto es lo que le pregunta el periodista y lo que contesta el regidor:

P) Usted reconoce que pierde dinero en la política. ¿Cómo ha trasladado este mensaje a quienes ha fichado y perderán dinero en relación al que ganaban en su actividad privada?

R) Todos pierden dinero. Se lo he dicho a la cara y aunque es difícil de entender les he explicado las circunstancias y me he encontrado en ellos un total compromiso. Es lo que hay y así les contaremos a los sevillanos que el alcalde y los concejales son de los que menos ganan de los cargos de responsabilidad del Ayuntamiento, pero a la política no se puede venir a ganar dinero, sino a servir, el que venga a la política a vivir bien se ha equivocado. Ser un buen alcalde y querer vivir bien es una equivocación. Es verdad que los sueldos están muy por debajo de los que se cobra (sic) en otras capitales, pero hoy por hoy las circunstancias son éstas y hay que asumirlas.

El segundo texto periodístico recuperado de la hemeroteca fue publicado por El Plural el 31 de enero de 2013 y recoge la posición de Zoido tras el estallido del escándalo por los papeles de Luis Bárcenas, ex-tesorero del PP:

“Zoido muestra su “confianza absoluta” en que Javier Arenas no ha cobrado ningún sobresueldo  de forma irregular durante la etapa en que estuvo al frente de la Secretaría General del PP y afirma que “pondría la mano en el fuego por él”. Zoido, que aseguró que él no ha cobrado nunca ningún tipo de sobresueldo, también restó credibilidad al hecho de que Javier Arenas aparezca en estas “anotaciones”  de Bárcenas -de las que sólo éste es responsable, según ha matizado- como supuesto beneficiario de cantidades trimestrales cercanas a los 9.000 euros (....) Sobre la posibilidad de que se prohíban por ley los sobresueldos a cargos públicos, el presidente del PP-A también ha confirmado, como hiciera José Luis Sanz, que su grupo es favorable a esta medida porque defienden “todo lo que sea en aras de llegar a una mayor transparencia para que entre todos podamos generar confianza”. “Lo que hay que hacer es transparencia absoluta y tolerancia cero con las irregularidades”, concluyó”.

Discurso de austeridad

Así pues, en estos dos testimonios periodísticos Zoido lanza a la opinión pública (recordemos que por entonces llevábamos entre tres y cinco años de recesión, que nos ha dejado 6 millones de parados, y sometida la población a continuos recortes económicos) los mensajes de que él y sus concejales están perdiendo dinero por estar en política en vez de seguir con sus carreras profesionales (en su caso, juez); que ser alcalde y querer vivir bien es una equivocación; que él no había cobraro nunca ningún tipo de sobresueldo (de su partido); que había que prohibirlos por ley y que había que tener una transparencia absoluta al respecto.

Todo este discurso de sacrificio, austeridad, ejemplaridad y transparencia se le ha derrumbado como un castillo de naipes a Zoido esta semana cuando no ha podido desmentir las informaciones publicadas por dos medios de comunicación. El digital ‘andalucesdiario’ ha divulgado que el PP le pagó 1.759,50 euros mensuales desde enero hasta julio de 2011, dos meses de los cuales ya era alcalde de Sevilla.

El País ha ido aún más lejos al revelar que, según la información remitida por el PP nacional al Ministerio de Hacienda, reenviada por éste al juez que investiga los papeles de Bárcenas, Zoido había cobrado desde 2006 a 2011 (año éste en que accedió a la Alcaldía) siempre la misma cantidad anual en cada uno de ellos de 24.840 euros, a una media de 2.070 euros/mes. Dado que se le aplicó una retención anual de 3.726 euros, la cifra neta percibida por el alcalde, incluso durante su primer año de mandato como tal, fue de un promedio mensual de 1.759,50 euros. Los datos de ambos medios coinciden. Así pues, Zoido cobró del PP en esos seis años, aparte del sueldo que percibió en su día como consejero de la RTVA (4.200 euros mensuales) y luego como diputado andaluz, 149.040 euros brutos.

Seis mil euros mensuales

El sueldo de diputado autonómico es variable en función de los cargos, complementos y dietas susceptibles de cobro, pero en el caso de Zoido, que es presidente de una comisión y vocal de la Diputación Permanente, podría ascender ahora a un mínimo de 3.711 euros/mes, pero en los años anteriores debió de superar los 4.000 euros. La suma de los emolumentos como parlamentario y del fijo mensual del PP durante seis años debió de permitirle al alcalde alcanzar o superar los 6.000 euros/mes, pagas extra aparte. Cabe preguntarse si, como sostenía en las declaraciones a ABC, perdía dinero en la política porque un juez como él habría ganado en la Judicatura 6.000 euros mensuales, más pagas extraordinarias.

Al desvelarse sus emolumentos paralelos, ha negado que se tratara de un sobresueldo y ha dicho que eran gastos de representación: “Estas retribuciones se encuadran dentro de las responsabilidades del partido, que implican aspectos como viajes o reuniones”.

‘Hecha la ley, hecha la trampa’, reza el dicho popular. El concepto ‘gastos de representación’ es un cajón de sastre en el que cabe todo y en el que ni siquiera los asesores fiscales se ponen de acuerdo. Quienes hilan más fino distinguen entre dietas, gastos de viaje y gastos de representación propiamente dichos, pero conscientes de la confusión y ambigüedad al respecto recomiendan tanto a los empleados como a  las empresas (¿serían equiparables a tales el PP y Zoido) que conserven todas las facturas de los gastos para evitar malos entendidos a la hora de una posible inspección de Hacienda.

Dinero fijo

En el caso de Zoido, no era un cargo orgánico del PP con la responsabilidad de gestión en el día a día durante los cuatro años que estuvo como portavoz de su grupo en la oposición municipal y alcaldable ‘in pectore’,  que dedicaba la mayor parte del tiempo a patearse los barrios y a predicar las bondades de la micropolítica, más allá de que pudiera haber sido nombrado titular de alguno de esos cargos honoríficos o miembro de órganos del PP sólo por aquello de las cuotas territoriales y representatividad interna y externa.

Y, en segundo lugar, los congresos y reuniones de los partidos suelen alternarse en diferentes ciudades y provincias y con variaciones en el calendario. Por tanto, Zoido debió desplazarse unas veces más lejos y otras más cerca, comer un día en un sitio y otro en otro, con cartas y precios de restaurantes dispares. Las obligadas facturas que al final de cada mes tuvo que presentar al PP, si es que existen, debieron ser por fuerza diferentes en gastos de kilometrajes y comidas.

El hecho de que el PP le pagara durante seis años la misma cantidad mensual, aunque en agosto cesara la actividad política y orgánica y él se fuera de veraneo con su familia, demuestra que no nos hallamos ante un gasto de representación al uso, sino ante un sobresueldo camuflado como gasto de representación. ¿Podría Zoido presentar todas sus facturas de viaje y comida cargadas al PP en esos seis años y que con una increíble precisión matemática cuadran milimétricamente la cifra de 2.070 euros brutos durante 72 meses consecutivos?.

Al margen de insistir continuamente en una obviedad para tratar de desviar la atención sobre el fondo del asunto, el hecho de que se trata de retribuciones declaradas a Hacienda y con sus correspondientes impuestos pagados (lo contrario habría sido una infracción tributaria y un escándalo para él), Zoido dice que “no ha ocultado nada” y que ha actuado “con luz y taquígrafos”.

Segundo pagador

La realidad demuestra lo contrario. En su Declaración de Actividades y Causas de Posible Incompatibilidad que presenta ante el Ayuntamiento, referida al ejercicio de 2011, cumplimenta el epígrafe sobre ‘Trabajo por cuenta ajena: puestos o cargos en cualquiera entidades del sector público, organismos, entidades, empresas públicas y empresas o actividades privadas’. Pues bien, únicamente hace constar como pagador de sus ingresos el Parlamento de Andalucía (por una liquidación de 81.976,96 euros, que excedería sus retribuciones exclusivamente como diputado), pero ocultando al PP como segundo pagador de parte de sus retribuciones.

La conclusión es obvia: Zoido cobraba unos haberes del Parlamento de Andalucía (los eligió en lugar del sueldo como alcalde de Sevilla) pero omitió revelarle a los sevillanos, pese a que dice que no tenía nada que ocultar, que simultáneamente percibía una retribución del PP que incrementaba en un 50% sus ingresos en plena crisis. Unos ingresos que al ser fijos mes a mes durante seis años consecutivos, pasara lo que pasara, cabe calificar como sobresueldos, por más que ahora, una vez descubierto, intente camuflarlos bajo el etéreo concepto de ‘gastos de representación’.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN