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Córdoba

La expareja del acusado de prender fuego a la casa de ella declara que lo denunció por "rabia"

El procesado asegura que en el momento de los hechos estaba "bailando" en pubs y la mujer relata que no se lleva bien con vecinos

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La expareja del hombre acusado de quebrantar una orden de alejamiento sobre ella, a cuya casa supuestamente acudió de madrugada y prendió fuego con gasolina en la puerta del inmueble en Córdoba, con ella y sus hijos en el interior, ha declarado ante el juez que el procesado "es una persona que no tiene nada de culpa" en estos hechos, y atribuye sus testimonios ante la Policía y el juez en fase de instrucción a "un ataque de rabia", porque él había roto la relación sentimental con ella.

   En su declaración en la sala de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, la mujer ha manifestado que ha tenido problemas "muchas veces" con sus vecinos y desconoce quién ha podido ser el causante del "incendio pequeño" en su puerta, que medía, según su relato, "unos cuatro o cinco dedos".

   Igualmente, ha cambiado la versión que ofreció en un primer momento, cuando dijo que tras el fuego bajó a la calle y vio a su expareja como se iba en el coche, declarando ésta vez que ella no bajó, que no vio el coche, y que esa noche no estaba acompañada por un compañero de trabajo en su casa, sino que éste fue a cenar y después se marchó del piso.

   Además, ha recordado que días antes de los hechos, en junio de 2012, hubo otro fuego en la puerta y ella, asegura, "exactamente no dije que había sido él", sino que "fue un ataque de celos y coraje hacia él" involucrarlo en los hechos. Asimismo, ha asegurado que nunca ha sido víctima de malos tratos por parte de su expareja, ni está asustada ni coaccionada por el acusado. En definitiva, considera que ha "metido mucho la pata" con sus declaraciones.

RELATO DEL ACUSADO

   Mientras, el hombre ha relatado al juez que en la noche de los hechos estaba "bailando" en distintos pubs de la capital, que no estaban junto al domicilio de ella, no quebrantando la orden de alejamiento, y sobre las 3,00 horas se fue para su casa, a unos 15 kilómetros del inmueble de la expareja, momento en el que se duchó y se acostó.

   No obstante, ha contado que los agentes de la Policía Nacional llegaron a su casa y entraron en su habitación para detenerle, cuando, según su versión, le dieron "un puñetazo" en un brazo, motivo por el que después tuvo que operarse, y niega que diera arañazos a los agentes.

   También, ha destacado que en su dormitorio había olor a gasolina por un mono de trabajo que cuelga "detrás de la puerta" y asegura que "es imposible" que los agentes encontraran una garrafa de gasolina en su coche, aunque sí en la parte exterior de su casa. Además, ha comentado que su expareja le dijo que los vecinos "no la querían" y que le habían roto el buzón de su casa y tenía pintadas en las paredes.

SE ENFRENTA A UNOS 15 AÑOS DE PRISIÓN

   En concreto, la Fiscalía Provincial pide para el hombre un total de 14 años y nueve meses de prisión por los hechos. Según recoge la calificación del Ministerio Público, el procesado, R.S.P., con conocimiento de la existencia de las medidas cautelares de prohibición de acercarse a su expareja por una condena de lesiones tras supuestos malos tratos y amenazas y "sin justificación alguna", de forma "voluntaria y consciente" acudió sobre las 4,30 horas del 3 de junio de 2012 a la casa de su expareja, que dormía en compañía de un varón y sus dos hijos menores de edad.

   Así, el acusado supuestamente roció con gasolina el exterior de la puerta de acceso al piso, creándose "un reguero de gasolina de unos dos metros de longitud" en el recibidor, y seguidamente con "un mechero u objeto semejante acelerante de la combustión prendió fuego a la gasolina, comenzando a arder rápidamente la puerta y extendiéndose el incendio al interior" de la vivienda.

   Ante ello, el fuego provocó una gran cantidad de humo, por lo que se despertó la mujer, que se levantó rápidamente y pudo sofocar el mismo con cubos de agua. Después, bajó al exterior del inmueble, "pudiendo ver como el procesado abandonaba rápidamente el lugar en su vehículo, haciéndole gestos de desprecio". Asimismo, la hija de la mujer, de 15 años de edad, también pudo ver desde la ventana de la casa el vehículo de R.S.P. y "como el mismo sacaba la mano antes de marcharse".

   Posteriormente, se personó en la zona la Policía Nacional, cuyos agentes se desplazaron a la vivienda del acusado en la barriada de El Higuerón, donde "los agentes sorprendieron al procesado en su dormitorio mojado, despidiendo un fuerte olor a gasolina". Acompañados del mismo, acudieron al lugar donde se encontraba su vehículo, en el que hallaron una garrafa negra con un tapón amarillo que tenía gasolina.

   En ese momento, R.S.P. mostró un comportamiento "muy agresivo, abalanzándose súbitamente" contra un agente, al que supuestamente le arañó en el brazo, sin causarle lesiones, por lo que hubo que reducirle, ofreciendo "una fuerte resistencia", al tiempo que continuó con dicha actitud una vez que se le informó de que estaba detenido, "sin dejar de dar golpes y cabezazos en la mampara del vehículo policial y teniendo que ser trasladado a un centro médico antes de llevarlo a las dependencias policiales".

"RIESGO PARA LA INTEGRIDAD FÍSICA"

   Cabe destacar que el acusado se encuentra en situación de prisión provisional, desde el 4 de junio de 2012. Además, en diversos informes periciales incorporados a esta causa se hace constar expresamente "que debido a la presencia del acelerante de la combustión ha sido muy rápida, y el incendio, aparte de altas temperaturas y cremación en los elementos más cercanos al foco, también generación de monóxido de carbono por la combustión que es altamente tóxico para el ser humano, suponiendo su mera presencia un riesgo para la integridad física de los moradores de la vivienda, especialmente para los menores, máxime teniendo en cuenta que el incendio acaeció a altas horas de la madrugada".

   Entretanto, el fiscal subraya que el procesado cuando cometió los hechos era "consciente del peligro que estaba creando para la vida e integridad de los moradores de la vivienda". El importe de los desperfectos causados a consecuencia del fuego en el inmueble han sido tasado en 2.123 euros.

   Para el Ministerio Público, los hechos son constitutivos de un delito de quebrantamiento de medida cautelar, un delito de incendio con grave riesgo para la vida o integridad física de las personas y un delito de atentado a agentes de la autoridad.

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