El tiempo en: Barbate

Huelva

De residuos y heces de lombriz

Proyecto en una parcela de Palos de la Frontera que puede revolucionar la producción y posproducción agrícola

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Residuos en la parcela de Palos -

No es mierda todo lo que se caga. Perdón por tan escatológico inicio. Pero viene que ni pintado para explicar el método que se está llevando a cabo en una parcela agrícola de Palos de la Frontera, donde el agricultor Miguel José Núñez experimenta un proceso que puede revolucionar buena parte de la cultura de la producción y posproducción agrícola.

Núñez lleva unos cuatro años dando forma a este proyecto, con resultados ya concretos sobre la mesa, con agricultores de la zona que ya lo están probando, y con la esperanza puesta en una posible financiación que dé alas a su iniciativa.

El proceso
“Se trata de aprovechar los residuos que genera el cultivo de la fresa”, resumió Núñez en su cita con Viva Huelva. La cosa es como sigue. Recoger los residuos que genera la fresa para someterlos a un proceso de compostaje. El resultado de este compostaje se convierte en alimento para las lombrices rojas californianas, quienes se lo comen bajo condiciones ambientales idóneas, y cuando defecan, todo ello se convierte en humus de lombriz: “Es el abono natural y orgánico más completo que existe para agricultura ecológica”, defiende Fernando Flores,  profesor de Producción Vegetal del Grado de Agrícola en la Politécnica de la Rábida de la Universidad de Huelva, y fiel defensor de un proyecto para el que busca subvenciones.


Núñez asegura que este abono “sirve para todo tipo de agricultura. Para las macetas, plantas ornamentales, los árboles frutales, el césped, los campos de golf...”. Y además, “aporta un gran número de nutrientes, ahorra agua, mejora la textura del suelo y mejora el resultado de la planta”.

En cuanto a la lucha en el mercado con los fertilizantes químicos, el profesor Flores explica que el humus de lombriz “puede hacer que se disminuya el impacto medioambiental de los fertilizantes químicos”, aunque matiza que “lo idóneo puede ser complementar lo orgánico y lo químico”.

Ventajas medioambientales
Relatan Núñez y Flores que a día de hoy los residuos agrícolas, con todos sus patógenos,  “o acaban en las cunetas, o entre los liños, o mayormente los queman por las noches mezclado con todo, con la contaminación que eso genera, y esta última es la práctica más habitual”. Ante ello, defienden que con este método de reciclaje agrícola, además de lo ya descrito, “el impacto medioambiental de la producción agrícola bajaría considerablemente, y se quitaría un problema a los agricultores, ya que no hay zonas para dejar los residuos”.

“Es una idea muy buena, pero no hay financiación para darle salida”, dice el profesor Flores, quien recuerda que en universidades como la de Granada, la de Valencia, o la Politécnica de Madrid, ya hay equipos de investigación que trabajan para dar un lugar en el mercado a un tipo de fertilizante tan natural como la vida misma. Y Miguel José Núñez, en su parcela de Palos, ya lo está demostrando.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN