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Marbella

IU propone limitar la velocidad en casco urbano a 30 kilómetros por hora, con fines medioambientales y de seguridad

Izquierda Unida presentará una moción en Pleno en la que pedirá que se reduzca la velocidad de los vehículos a motor a 30 kilómetros por hora en el casco urbano del municipio, para que se use más la bicicleta y haya más desplazamientos a pie.

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Izquierda Unida presentará una moción en Pleno en la que pedirá que se reduzca la velocidad de los vehículos a motor a 30 kilómetros por hora en el casco urbano del municipio, para que se use más la bicicleta y haya más desplazamientos a pie.

La iniciativa contempla crear una comisión compuesta por técnicos, representantes políticos y ciudadanos para valorar las posibilidades de desarrollar una propuesta que, según ha apuntado el concejal, "haría de Marbella una ciudad sostenible, ya que se fomentaría el uso de las bicicletas y los desplazamientos a pie y se eliminaría la contaminación acústica y del aire".

El portavoz municipal de la formación, Enrique Monterroso, ha destacado que la propuesta también permitiría reducir el número de atropellos, como ocurre en otras ciudades europeas en las que ya se aplica la medida. “Un peatón tiene un 95 por ciento de sobrevivir si el vehículo que le atropella circula a 30 kilómetros por hora. Si el vehículo va a 50 por hora, el viandante tiene un 55 por ciento de opciones de salvar la vida. Por encima de los 70 kilómetros a la hora, los casos más frecuentes son los fallecimientos o los graves problemas de salud y movilidad”, ha explicado el edil.

La localidad pionera en aplicar esta práctica fue Pontevedra, donde no se registró ningún fallecido por atropello entre 2007 y 2010, han apuntado. “Los efectos reales de limitar la velocidad son incontestables”, ha señalado el concejal, que también ha destacado los casos de Málaga, donde la velocidad por el casco antiguo se ha reducido a los 20 kilómetros por hora, Valencia, a 30 kilómetros, y París, cuyo alcalde ha anunciado que se ampliará el número de calles en las que los vehículos verán limitada la velocidad.

Otro efecto positivo apuntado sería reducir la contaminación acústica y del aire. Se trata de "transformar el modelo de ciudad y la forma de moverse”, ha concluido Monterroso.

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