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Intratable en Nervión, aún sin brillantez (3-1)

Los de Míchel se encontraron con un triunfo en la ida de Copa que deja más o menos clara la eliminatoria de dieciseisavos frente al Espanyol

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Todo lo que pierde a domicilio lo renta en el Pizjuán. Esta vez, a medio gas y con poco fútbol, el Sevilla doblegó en las postrimerías del choque de ida de dieciseisavos a un Espanyol muy malito.

Sin Perotti, el hombre de cristal, y con Diego López supliendo en el once al debatido Palop, Míchel ponía en lisa un equipo con hombres de banda, ofreciendo una eterna oportunidad a Reyes, esta vez en la mediapunta, y al casi olvidado Luna en el extremo zurdo.

Así, el Sevilla se ponía rápidamente por delante. En el minuto 3, un córner lanzado por Rakitic fue rematado majestuosamente por Fazio (1-0).

Pasaban los minutos y los nervionenses eran muy superiores ante un blando e indolente Espanyol. Incluso los locales pudieron aumentar el marcador con sendos remates desde fuera del área de Negredo y Reyes, que se marcharon muy cerca del marco de Kiko Casilla.

Buena jugada en el 32', con un Reyes inspirado alejado de la cal que hizo una de las suyas para poner a Navas un balón que puso en boca de gol a Cicinho. El utrerano completó un primer tiempo notable, aunque más por ganas que por fútbol.

Poco más hasta el tiempo de descanso, en un primer tiempo en el que el Sevilla a medio gas fue infinitamente superior a un Espanyol inofensivo en ataque y demasiado débil en la zaga.

Sin cambios ni en el once de Míchel ni en el de Pochettino para arrancar el segundo periodo. Aunque, demasiado pronto el técnico madrileño tendría que tirar del banquillo, ya que en el minuto 5 Botía no podría seguir tras aquejarse de unas dolencias en la parte posterior del muslo izquierdo. Cala seria el sustituto.

Protagonismo del Espanyol en la reanudación, que en las contras comenzaba a hacer daňo, aunque por fortuna la pólvora permanecía mojada.

Era momento nuevamente de mover fichas. Turno para Campaňa, que suplía a Reyes tras 60 minutos donde esta vez al menos no se le podía recriminar ganas y actividad.

La tuvo Navas en el 62'. Tras un rechace de Negredo, la pelota cayó en las botas del palaciego que cara a cara frente al meta catalán no supo resolver. Los rojiblancos parecían reaccionar.

Pero nada más lejos de la realidad.  Al poco, en el 68', una contra de los periquitos terminó en los pies de Christian, que tras una buena conducción concluyó empalando un fuerte disparo que se colaba raso a la izquierda de Diego López. Empate (1-1) y ahora la película sí que cambiaba en el Pizjuán. Poco ímpetu en un Sevilla que hasta entonces parecía conformarse con el gol de Fazio.

El equipo de Míchel requería un cambio de tuercas. Así, Babá saltaba al césped para el último cuarto de hora.

Y cuando menos lo merecía el Sevilla, otra vez un saque de esquina era rematado al fondo de las mallas catalanas. Esta vez Cala se convertiría en el postrero goleador. El 2-1 en el 83' traía la calma, aunque ni mucho menos parecía dejar cerrada la eliminatoria.

Aunque, al final la suerte quiso sonreírle a los de Nervión y en el tiempo de descuento un agarrón dentro del área perica a Negredo se transformó en un penalti que provocaría que ahora sí los Octavos de Copa estuvieran más cercano. El propio punta vallecano se encargaría de efectuar el lanzamiento desde la pena máxima para celebrar una victoria con fortuna para los sevillsitas. El 3-1 deja hallanado el camino para ir a Cornellá con cierta tranquilidad. A pesar de todo, la realidad fue otra bien distinta. La de un Sevilla ramplón que se vio las caras contra unos de los peores equipos de Primera, frente al que no tuvo que sudar mucho para celebrar un nuevo triunfo en casa, donde sin duda sí parece que funciona.

 

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