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Rubén Castro y el Valencia resucitaron al ‘muerto’

La victoria ‘in extremis’ del año pasado en el Villamarín frente al equipo ‘che’ reavivó al beticismo

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  • Rubén Castro -

El destino y el fútbol suelen ser caprichosos. Si el duelo del pasado domingo ante Osasuna traía recuerdos de tiempos aciagos en el Betis; el sábado ante el Valencia supondrá para Pepe Mel y para la afición bética, aquel rival contra el que el conjunto verdiblanco volvía a reencontrarse con la victoria tras diez jornadas en las que la más absoluta de las oscuridades se cernía sobre Heliópolis.


Todo, después de un fulgurante y mediático arranque liguero en cuatro partidos donde media Sevilla veía como su equipo contaba sus partidos por triunfos, algo que incluso le otorgaron el liderato el pasado año durante varios días en su vuelta a la Liga de las estrellas.


Pero la suerte cambiaría radicalmente para el cuadro bético entrando en una espiral derrotista sin precedentes que ponía en jaque a toda la estructura institucional y deportiva del Betis.


En esta coyuntura, se presentaban los sevillanos en el Villamarín con la espada de Damocles pendiendo sobre la cabeza del técnico madrileño que una semana atrás en Pamplona parecía haber agotado todas sus posibilidades a pesar del apoyo que Miguel Guillén desde la presidencia manifestaba frente a los medios.


El encuentro parecía sentenciado a favor de los valencianistas que hacían valer el gol en propia puerta de Dorado y fue Rubén Castro bajo la lluvia y el delirio de la masa verdiblanca quien a cinco minutos del final, le daba la vuelta al marcador y a la temporada para el Betis.

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