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La ONU da 45 días a los líderes africanos para preparar la intervención en Malí

Los 15 miembros del Consejo de Seguridad han instado al secretario general de Naciones Unidas a proporcionar planificadores militares a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental y a la Unión Africana para ayudarles a preparar la intervención militar

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidad ha decidido por unanimidad dar un plazo de 45 días a los líderes africanos para que preparen una intervención militar en Malí con el fin de ayudar a las autoridades malienses a recuperar el control del norte del país.

   Los 15 miembros del Consejo de Seguridad han instado al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, a proporcionar planificadores militares a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y a la Unión Africana (UA) para ayudarles a preparar la intervención militar.

   Además, ha instado a los grupos rebeldes locales a "cortar los lazos con las organizaciones terroristas, especialmente con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), advirtiendo de que, de no ser así, podría aprobar un amplio abanico de sanciones en su contra.

   El Consejo de Seguridad actuará bajo el capítulo siete de la Carta de la ONU, que permite "usar la fuerza, llevando a cabo acciones por tierra, mar y aire para mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales", así como la imposición de sanciones, tanto económicas como diplomáticas.

   El órgano ejecutivo ha explicado que de esta forma trata de atender la demanda del primer ministro interino de Malí, Dioncounda Traoré, que la semana pasada solicitó el envío de una fuerza internacional para ayudar a las tropas nacionales a recuperar el control del norte del país.

   "El Consejo de Seguridad está preparado para responder a la petición de las autoridades interinas de Malí en relación al envío de una fuerza internacional para ayudar a las Fuerzas Armadas malienses a recuperar las regiones ocupadas en el norte del país", reza el comunicado publicado por la ONU.

   En agosto, el Consejo de Seguridad y los líderes africanos llegaron a un acuerdo con las autoridades malienses para enviar una fuerza internacional a la zona septentrional, pero no se ha llevado a cabo debido a las reticencias de algunos países de la región.

   La semana pasada, el secretario general para Asuntos Políticos de Naciones Unidas, Jeffrey Feltman, expuso al Consejo de Seguridad la necesidad de actuar con urgencia ante el deterioro de la situación en Malí, con el fin de superar el escepticismo de algunos países occidentales.

SITUACIÓN HUMANITARIA

   Por otro lado, el Consejo de Seguridad ha expresado su "grave preocupación por la situación humanitaria en el norte de Malí, donde los islamistas radicales han implantado la 'sharia', "aterrorizando" con ello a la población local.

   Entre los abusos cometidos, cita el reclutamiento de niños soldados, los matrimonios forzosos a cambio de dinero --que constituyen una tapadera para la prostitución forzosa--, las mutilaciones y las ejecuciones públicas. "Pueden ser considerados crímenes de guerra o contra la Humanidad", ha advertido.

   En la misma línea, el órgano ejecutivo ha alertado de la situación de seguridad, apuntando que la presencia de los islamistas radicales en el norte de Malí contribuye a la propagación de las redes terroristas, "con las consecuencias que ello conlleva para los países del Sahel".

   En este contexto, sus 15 miembros han instado a las autoridades malienses, a los grupos rebeldes y a otros representantes locales a abordar "cuanto antes" un diálogo para acordar "una "solución política sostenible, de conformidad con la unidad del país".

EL CONFLICTO

   En abril, los grupos islamistas se hicieron con el control del norte de Malí aprovechando el caos generado en marzo por el golpe de Estado militar y por la ofensiva lanzada por el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), que finalmente fueron desposeídos de los territorios que habían conquistado.

   Desde entonces, los grupos islamistas --AQMI y facciones afines-- han implantado la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y han destruido templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.

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