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España

Detienen al presunto sicario que se deshizo de 300 cuerpos con ácido

El Ejército mexicano detuvo a tres presuntos sicarios en la localidad de Ensenada, en el norteño estado de Baja California, entre ellos al supuesto responsable de deshacer al menos trescientos cuerpos de víctimas del narcotráfico, informaron ayer fuentes oficiales.

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  • Asegura que él sólo destruía los cadáveres de estas víctimas del narcotráfico
El Ejército mexicano detuvo a tres presuntos sicarios en la localidad de Ensenada, en el norteño estado de Baja California, entre ellos al supuesto responsable de deshacer al menos trescientos cuerpos de víctimas del narcotráfico, informaron ayer fuentes oficiales. 

Los tres sicarios fueron detenidos en un operativo efectuado el viernes en un complejo turístico del municipio de Ensenada, a unos ochenta kilómetros de la frontera con Estados Unidos, indicó el Ejército en un comunicado. 

Los militares indicaron que Santiago Meza Flores confesó haber deshecho en ácido unos trescientos cuerpos de personas que mantenían deudas o eran enemigas del narcotraficante Teodoro Eduardo García Simental, alias El Teo, miembro del cártel de los hermanos Arellano Félix. 

El Ejército precisó que el sicario es originario de Guamúchil, en el estado de Sinaloa, noroeste de México, y se encuentra entre los veinte narcotraficantes más buscados por la Agencia Federal de Investigación estadounidense (FBI) y se hace llamar El Pozolero. 

Meza mostró al personal militar y a los periodistas el sitio donde se encargaba de desintegrar los cadáveres, ubicado en un barrio de Tijuana. 

El denominado Pozolero de Teo aseguró a los medios que el solo se encargaba de destruir los cuerpos de las personas que le llevaban, pero que éstas ya estaban muertas, y por ese trabajo recibía un pago de seiscientos dólares por semana. 

“Las echaba en un tambo (barril) y ahí se desintegraban”, dijo Meza y añadió que los restos que quedaban los enterraba en una fosa. Añadió que realizó esta actividad durante varios años, un período en el que deshizo de cientos de cuerpos humanos producto de la guerra del narcotráfico, enemigos y deudores de García Simental.

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