Un año más, y atendiendo a los requisitos del Sistema de Gestión de Calidad y Medio Ambiente, la Delegación de Playas ha programado y planificado diversos simulacros de emergencia en la zona de la Costilla. En concreto, han sido tres los tipos de simularos realizados: uno de carácter ambiental, uno de salvamento y socorrismo y otro de seguridad.
Para ello, se ha contado con la colaboración de la Policía Local, de los voluntarios de Protección Civil, del personal sanitario de botiquín, del de Playas y del Gabinete Municipal de Prensa. Cada verano se procura trabajar una temática diferente para de esta manera, ir cubriendo el mayor número posible de supuestos que pudieran producirse en la playa. En este caso, la emergencia ambiental consistió en una fuga de agua en una ducha y fue posible medir el tiempo transcurrido desde que una usuaria detecta ese escape hasta que el personal de mantenimiento solucionó el problema.
La emergencia sanitaria consistió en que un bañista sufría un corte y alertaba a Protección Civil desde la plataforma. En esta ocasión los voluntarios de Protección Civil trasladaron al bañista primero en la embarcación y después en el amphy buggy hasta el botiquín para ser atendido. Por último, la emergencia de seguridad ciudadana consistió en un robo con huida. El personal de Playas alertó a los agentes de la Policía Local que patrullan en Segway por el paseo marítimo y éstos detuvieron al sospechoso.
Según ha explicado el delegado de Playas, Paco Laynez, este tipo de simulacros permite al personal que trabaja directamente en nuestras costas, detectar mejoras o medir tiempos de respuesta ante emergencias, que en el sistema de calidad no superan los 5 minutos. En este sentido, el responsable de Playas ha destacado que los tiempos de reacción han cumplido lo establecido en el Sistema de Gestión Integrado de Calidad y Medio Ambiente, así como se solventaron de manera eficaz todas las emergencias, cumpliéndose los protocolos de actuación y la cadena de información.
