El Servicio Geológico de Estados Unidos, que vigila la actividad sísmica mundial, informó de que se registró un terremoto de magnitud 7,6 en la escala de Richter a las 04.43 hora local (19.43 GMT), y que su epicentro se detectó a 35 kilómetros de profundidad y a 135 kilómetros al oeste de Manokwari, la capital provincial.
Este seísmo fue seguido de una alerta de tsunami por parte del Centro del Pacífico, que indicó que los detectores mostraron la formación de olas altas, y de las autoridades de Indonesia, aunque la levantaron poco después.
Cerca de 14.000 personas pasarán ayer su segunda noche en tiendas de campaña tras perder sus casas por los seísmos.
Los damnificados que no encontraron espacio con familiares han escogido sitios elevados y protegidos para instalarse por miedo a que se repitan los temblores de la víspera.
Dos sismos, de 4,8 y 4,9 grados de magnitud, sacudieron ayer de nuevo la región, a las 08.40 y 09.40 GMT, respectivamente, según datos del Servicio Geológico de EEUU.
La isla de Nueva Guinea, cuya mitad occidental pertenece a Indonesia, se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados. La región es una de las más ricas en recursos naturales de Indonesia, aunque también una de las menos desarrolladas.