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Trópico de letras

¡¡MILAGRO, MILAGRO!!

Un milagro es un hecho no explicable por las leyes naturales, un suceso, o cosa rara, extraordinaria y maravillosa...

Publicado: 02/02/2025 ·
10:34
· Actualizado: 02/02/2025 · 10:35
  • Javier Milei. -
Autor

Mari Loli Romero López

Maestra y escritora. Colaboradora en revistas internacionales. Dos libros publicados y cinco pendientes de publicación

Trópico de letras

Este blog trata de opiniones diversas sobre un mundo diverso

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Son muchos los periódicos -sobre todo los de ideología de derechas- como El Economista,  Idealista, Libre Mercado, El Debate, etc, etc..., que nos muestran la gestión del presidente de Argentina, Javier Milei, como “la historia del éxito del año” y como un “milagro”.

Tal “milagro” consiste en que ha conseguido bajar la inflación del 25% al 2,4% en menos de un año con sus contundentes y extremistas procedimientos. Estos medios de comunicación y ciertos políticos europeos, alemanes principalmente, no dejan de alabar este hecho, pensando, incluso, que deberían copiarse las medidas de la motosierra en sus países.

Un milagro es un hecho no explicable por las leyes naturales, un suceso, o cosa rara, extraordinaria y maravillosa. Sin embargo, este "milagro" de Javier Milei, sí es un hecho explicable y de maravilloso no tiene nada, porque ha hundido el consumo de las clases populares, ha empobrecido a grandes sectores de la clase media y populares. ¿Qué tiene de milagro la desaparición de casi 300000 puestos de trabajo y el cierre de cerca de 17000 pequeñas y medianas empresas, además de unos 10000 kioscos?  UNICEF dice que hay unos cuatro millones y medio de argentinos, niños y adultos, que se van a dormir sin cenar y que no pueden comprar productos  de alimentación básicos. La motosierra ha pasado por sus salarios; sin embargo, a cambio, tienen que abonar más por la factura del consumo eléctrico, por la del gas, por la del agua, por el precio del transporte y por la del teléfono. Al igual que ha hecho sus estragos en la ciencia, en la cultura, en el arte y en la educación pública, disminuyendo al máximo la financiación en todos los niveles educativos, desde la etapa de Infantil, pasando por la Primaria y Secundaria y hasta por la Universidad. Todo esto sin hablar de la escasez de plazas escolares para que los niños puedan ser escolarizados en su totalidad. Si nos vamos a la Sanidad, hay que decir que a los hospitales públicos se les ha reducido bastante el presupuesto y en la sanidad Prepaga (en este tipo de sanidad son las empresas privadas las que prestan un servicio de seguro médico a través del pago de una cuota), tienen unas tarifas que  son extraordinariamente elevadas, con lo cual, ni las clases medias y mucho menos las bajas, pueden pagarlas, teniéndose que conformar con la sanidad pública para ser atendidos en un larguísimo plazo de tiempo. Amén de los medicamentos que están escasos y con precios desorbitados. En consecuencia, hay enfermos de cáncer y con otras patologías graves, tratados con la más despiadada indiferencia. Si por lo menos el PAMI (Programa de Atención Médica Integral que opera en Latinoamérica), como obra social que reparte medicamentos gratis a jubilados, no hubiera visto también reducido su reparto, podría ser un alivio para esta población. Pero al ser un organismo que ejecuta funciones públicas, es decir, administra servicios sociales de salud de jubilados y utiliza fondos públicos, también se ha visto recortado para bajar la inflación tan deseada por Milei. Y así se ven a ancianos suplicando por las farmacias para que les regalen muestras de medicamentos que no pueden pagar.

Podría seguir con la enumeración de atrocidades que la motosierra de Milei está cometiendo  en el país, sobre todo a nivel social, haciendo que los pobres sean más pobres y más numerosos y que los ricos sean  más ricos aún.

Creo que lo de Milei es pura obsesión por bajar la deuda pública, por reparar la economía, comenzando por bajar la inflación, como he dicho anteriormente, próxima al 290% anual, la más alta del mundo...que no digo yo que no sea necesario y que no lo esté consiguiendo. Que sí, que lo está haciendo, que será cierto, pero ¿a qué precio? Seguirá recortando gastos que no considera esenciales, pero entonces, ¿dónde deja el bienestar social? A él le da igual, es impasible al sufrimiento de sus ciudadanos?

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