El turrón de chocolate está de escándalo, pero ya se me acabaron las reservas. No pasa nada, porque debo preparar el estómago para ostionadas, erizadas y demás eventos gastronómicos que ya tenemos encima.
Por lo tanto, dejo a los peces bebiendo y a las vírgenes peinándose hasta dentro de once meses, que ya mismo suenan bombos, cajas y guitarras para meternos en la fiesta gaditana por antonomasia. Este año, además, se presenta interesante con la vuelta de algunos ilustres. Y la verdad es que, según creo, le va a venir muy bien al mundo de la chirigota, que andaba, opino, un poco alicaído. Por eso, entre otras muchas cosas, son muy esperados los retornos de grandes genios como Yuyu o el Canijo.
Abducido por Martín, Quiñones, Villegas, Lobe, Paco Rosado, Yuyu o Selu, entre otros, un año me llamó la atención las aventuras de un Colón muy peculiar, que contaba su genial versión del descubrimiento. Me aprendí el repertorio de aquel pase del coro Tierra a la vista y, desde entonces, presto atención al sonido de los tangos.
Luego aparecieron otras grandes agrupaciones de la modalidad como Watussi, Takatá chim chim pom pom, Vamos a la ópera, Titirimundi o La Tienda de la cabra, sin olvidar a Me tocó la china. Pero el cénit se alcanzó con obras maestras como El Pregón o Buque escuela, orquestas que hacían de cada actuación un espectáculo,
No podía imaginar que el mundo del coro iba a secuestrar mis sentimientos con nocturnidad y alevosía, como pasa en la actualidad.
Según los astrónomos, los alineamientos planetarios se producen, aproximadamente, cada 20 años. Se comenta que este fenómeno puede provocar un momento de transformación. Algo parecido ocurrió en Barbate hace unos años. Seguimos hablando de Carnaval, que nadie se confunda. Encabezados por nuestra leyenda, el niño de la Ica, otros mitos barbateños de la fiesta carnavalera como José Manuel Pérez, José Manuel Cardoso, María del Mar Ramos y José Gutiérrez Ponce, decidieron unir sus fuerzas. Y cuando tanto genio se junta, solo puede salir algo bueno… Y salió una maravilla.
El debut se produjo con una fábrica de conservas donde se presentaba, perfectamente enlatado, todo el arte y la esencia del Carnaval de nuestro pueblo representado en la figura de Manuel Varo. El grupo llegó directamente a la semifinal del concurso, palabras mayores.
Pero no acabó ahí la cosa, ni mucho menos. Las del puerto, unas gaviotas con mucho salero continuaron el viaje. Y como la cosa parecía que iba para largo, el equipaje, lógicamente, aumentó y se tuvo que añadir hasta el Baúl de la Piquer. Todo lo que hiciera falta para mantener el nivel, que sigue siendo alto, ya que del escalón de semifinales no han bajado. Todo lo contrario, pues la agrupación sigue mirando hacia arriba para intentar, de cualquier manera, llegar a la ronda máxima, una Final que nos sabría a todo el pueblo a gloria bendita.
Comencé este artículo con el delicioso sabor del chocolate y lo termino de la misma manera, deseando que La Fábrica de chocolate deje en el paladar de toda España un regusto inolvidable.
Muchísima suerte a nuestro coro.
