El canciller brasileño declaró a la prensa en Naciones Unidas, donde asiste a un debate de la Asamblea General sobre la lucha contra el VIH-sida, que “en este momento no hay consenso en la iniciativa sobre Siria y no está claro si el único país árabe en el Consejo (Líbano) la apoyaría o no”.
Los países europeos del Consejo de Seguridad (Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal), con el respaldo de Estados Unidos, han presentado un proyecto de resolución a los 15 para condenar al régimen del presidente de Siria, Bachar al Asad, por la represión de las protestas en la que ha muerto un millar de personas.
Algunos miembros del Consejo como China o Rusia, que tienen derecho de veto, o Brasil, que es temporal, expresaron sus reticencias a aprobar la resolución.
Los países del Consejo volvería a reunirse ayer para abordar esa cuestión, aunque la votación podría demorarse varios días.
En la actualidad el máximo órgano de seguridad internacional está integrado, además de por EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China (todos permanentes y con derecho de veto), por Brasil, Bosnia-Herzegovina, Gabón, Líbano, Nigeria, Colombia, Alemania, India, Portugal y Sudáfrica.
El canciller brasileño dijo que el caso de Siria “tiene un escenario muy diferente” al que llevó hace poco más de dos meses al Consejo a adoptar una resolución de condena a Libia por la violencia del régimen de Muamar el Gadafi y en defensa de la población civil.
“Cuando se mira la estabilidad de Oriente Medio, lo último que se quiere ver o hacer es contribuir a exacerbar las tensiones en la puede ser considerada la región del mundo con más tensiones”, dijo. efe