El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha mantenido este jueves una reunión con vecinos de la Ronda Urbana Norte para informarles de que el Ayuntamiento continúa trabajando para buscar "la mejor solución" a la problemática de la Ronda Urbana Norte (RUN) y que se sigue trabajando por mejorarla, toda vez que el primer edil había prometido insistentemente soterrarla, extremo que recientemente no veía factible al implicar un coste de unos 400 millones de euros.
Sanz les ha explicado que busca "la solución más adecuada para afrontar el problema de la RUN" y que el soterramiento, "que se ha pospuesto por ahora, no está descartado definitivamente, como ya se anunció en el Foro Gaesco". De hecho "siguen los trabajos con la Junta de Andalucía para estudiar esta posibilidad", según asegura.
Durante esta reunión, el alcalde ha asegurado que "el Ayuntamiento no ha abandonado a los vecinos", que recientemente lamentaban sus declaraciones avisando de que había prometido el soterramiento; y ha destacado que "la mayor inversión en movilidad para los próximos años se está haciendo en esa zona". Al hilo de ello, ha defendido que "el mayor ejemplo es la reactivación de la SE-35, que llevaba parada desde 2015".
El alcalde Sanz ha apuntado que está "trabajando en mejorar la RUN. En el anterior mandato solo se pusieron seis semáforos acústicos y en este último año se han instalado cuatro radares pedagógicos. Además, hemos incrementado las medidas de vigilancia y seguridad con cámaras sancionadoras (semáforos foto-rojo) y seguiremos actuando para mejorar el tránsito en la vía".
Sanz, en cualquier caso, ha asegurado a los vecinos que han acudido a esta reunión que su "compromiso es firme y el de la Junta de Andalucía también".
Recordemos que los planes para la nonata autovía SE-35 nacieron a propuesta de la Asociación Empresarial Sevillana de Constructores y Promotores de Obras (Gaesco), que apostaba por crear una ronda de circunvalación intermedia entre la SE-30 y la autovía metropolitana SE-40. El tramo del proyecto comprendido entre la avenida de Emilio Lemos y la carretera A-8008, por cierto, jugaba un papel clave para conectar los suelos de San Nicolás Oeste, donde la multinacional sueca del mueble de bajo coste IKEA proyectaba años atrás una nueva gran superficie.
El Ministerio de Fomento, de hecho, comprometió en su día 12,5 millones de euros para la construcción de este tramo concreto de la SE-35 que estaba llamado a ser el primero en entrar en funcionamiento.
Pero la Unión Europea, a instancias de la Asociación Movida Pro-Parque Tamarguillo, incoó un expediente sobre la incidencia del citado proyecto de la SE-35 sobre el parque público del Tamarguillo, al haber sido creado el mismo gracias a fondos comunitarios. A cuenta del expediente incoado por la Unión Europea sobre la posible incidencia del proyecto en el parque público del Tamarguillo, el Ayuntamiento optó por resolver los accesos a estos terrenos a través de la autovía A-4 y una remodelación de su enlace con la ronda urbana SE-20, cedida por el Ministerio de Fomento a la ciudad.
