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'Lina', la vida y obra de una actriz irrepetible a través de la historia del país

Israel del Santo se ha consolidado como uno de nuestros mejores documentalistas. Tras El Palmar de Troya y Lola, revitaliza ahora la figura de Lina Morgan

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A Israel del Santo le bastó una docuserie, El Palmar de Troya, para demostrarnos que detrás de aquel trabajo había un excelente documentalista, tanto desde el punto de vista conceptual como narrativo.

Tras los precedentes de Templarios y Conquistadores, se encumbró con un trabajo en el que no sólo sabía contar una historia con una notable fidelidad a los hechos, sino que la construcción de toda esa narración estaba enriquecida con un enorme trabajo previo de investigación y por un despliegue visual cuasi cinematográfico, que lo hacía interesante desde el punto de vista objetivo, como atractivo para el espectador.

Lo hacía, además, desde la cercanía con las personas que ofrecían su testimonio y desde la valentía a la hora de ir más allá de la rumorología y del fanatismo que han rodeado a tan particular escenario. Su documental era lo más aproximado a la verdad que se ha contado hasta ahora acerca del Palmar de Troya.


Toda esta introducción no es nada gratuita, como tampoco lo es hablar de su siguiente docuserie, Lola, en la que abordó la figura de Lola Flores, desde sus orígenes hasta la actualidad, puesto que el trabajo giraba en torno a la perenne influencia de su legado entre las nuevas generaciones del mundo de la música popular. De exquisita puesta en escena, la serie suponía una aproximación fidedigna a la trayectoria vital de La Faraona, incluso a la hora de desmitificarla, en tanto que desmonta alguna que otra leyenda urbana, pero rindiendo honores a una artista única e inimitable.

Y Lola lleva, inevitablemente, a Lina, su nuevo trabajo, otra docuserie producida por Movistar+ en torno a otra artista única, Lina Morgan, que sigue un esquema muy parecido al de la anterior, a partir de abundante archivo audiovisual y entrevistas con personas estrechamente vinculadas a la actriz madrileña, y otras que no tanto y que se esfuerzan por justificar su voz y presencia.

Esto último, que ya chirriaba un poco en Lola, carece de sentido en esta ocasión y se antoja del todo prescindible y artificial. Es la única laguna en otro más que interesante trabajo en el que Del Santo sigue experimentando como narrador -implicando aquí a actores y actrices actuales recreando secuencias míticas de películas y revistas de Morgan-, pero en el que, sobre todo, relata y retrata la vida de un país utilizando como decorado de fondo los escenarios en los que se movía una cómica y actriz sensacional.

La serie va sobre Lina Morgan, pero es de justicia reconocer también el trabajo de quien se ha consolidado como uno de nuestros mejores documentalistas en los últimos años a la hora de aproximarse al resultado final.

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