Dice el tango que 20 años son nada. Matemáticamente,10 son la mitad de nada. Pero, si una vieja te lo da, cógelo, que menos es ná. Hoy, lunes, la Cofradía Gastronómica Isleña Los Esteros celebra sus 10 añitos de existencia. Hay gente que cree que una Cofradía debe oler a incienso, pero en el manicomio sabemos que la nuestra no es una Cofradía de semana santa, sino de todo un año santo entero. Como los locos sabemos hasta latín, aclaro que esta palabra se compone de la preposición cum (que evolucionó a co) y de fratres, cuyo significado es hermanos, es decir, que una cofradía es un conjunto de personas que intentan vivir como hermanos y desarrollar actividades que unan, como si de una familia se tratara. Los locos estamos convencidos de que los esteros son una perla olvidada, teniendo como la tenemos al alcance de las manos. Así nació esta Cofradía, con la intención de resaltar los auténticos valores de nuestra tierra y pregonarlos a los cuatro vientos, sobre todo al de levante.
Todo comenzó con un pequeño grupo de locos, encabezado por Pepe Oneto, que se lanzó a la aventura de pregonar la riqueza de nuestros esteros. El grupo fue creciendo y después de estos 10 años ya somos unos 60, y digo somos, porque yo me encuentro entre ellos, solo cuando me dan permiso en el manicomio. En él hay gente de muchos sectores, a los que une la pasión por señalar el futuro brillante que espera a La Isla, si realmente los cañaíllas caen en la cuenta de que no deben vivir de espaldas al mar. Estamos convencidos de que el cultivo de peces podría dar de comer a media Isla y de beber, sin pasarse, a la otra media.
Nuestra Cofradía se ha convertido con el tiempo en una constante embajadora de nuestras cosas y ha llevado el nombre de La Isla por todos los rincones de esta piel de toro, con perdón. Se ha hermanado con otras cofradías y no ha dudado en viajar a Santander, a la Rioja, a Galicia, a distintas localidades andaluzas, como Valdepeñas de Jaén, a Castro del Río, a Baena, a Montalbán, a Almería, a Huéscar de Granada, a Almería…, incluso a tierras portuguesas del Algarve. En todos los sitios hemos sido recibidos con los brazos abiertos y nos han brindado su amistad y su reconocimiento desde la Alcaldesa de Granada hasta Revilla en Cantabria. Incluso la Alcaldesa de Santander celebró con nosotros una preciosa cena en el Palacio de la Magdalena de Santander. Es verdad que, cuando algunas de estas cofradías vienen a La Isla, no sabemos cómo corresponder de igual manera a tantas muestras de cariño, hacemos lo que podemos, aunque hay cosas que no dependen de nosotros.
En agosto siempre celebramos nuestra Noche Dorada con la impresionante colaboración de Juan Manuel García de Lomas, de CTAQUA, y nombramos Socios de Honor, que en todos los casos tuvieron la deferencia de cenar con nosotros, como Anne Hidalgo, cañaílla y Alcaldesa de París, María Jiménez, que en vida recibió nuestro cariño y admiración, José Andrés, de reconocido prestigio internacional, Antonio Martín, el autor más laureado del Carnaval de Cádiz, Diego, de Celebraciones Yeyo, siempre apoyando de corazón a nuestra Cofradía, Pepe Monforte, periodista del Diario de Cádiz volcado con la gastronomía gaditana, Chano Aragón, colaborador nato con sus famosos vinos chiclaneros y nuestro paisano José Revuelta Soba, todo una institución tanto en La Isla como en Cantabria. Si se me olvidan nombres, sepa usted que está leyendo a un loco de remate.
Felicidades a la Cofradía Gastronómica Isleña Los Esteros, que cumpla muchos años más y que yo lo vea, aunque sea desde lo más alto de la tapia de este manicomio.