El accidente tuvo lugar a las 11.00 horas del domingo (03.00 GMT), en la comarca de Weiyuan, en la jurisdicción municipal de Neijiang.
Un total de 35 mineros se encontraban en el interior de una de las galerías de la mina de carbón Batian cuando se produjo la inundación, y trece de ellos consiguieron salir al exterior, agregaron las fuentes.
Tras el suceso, los equipos de rescate, encabezados por el jefe de la mina, descendieron al pozo para socorrer a los mineros, pero también ellos quedaron atrapados, lo que situó en 29 el número de personas encerradas en el pozo.
Las minas de carbón chinas son las más peligrosas del mundo, con más de 2.600 muertos en 2009, debido a que este combustible supone todavía un 70 por ciento del consumo energético de la segunda potencia económica, por lo que los mineros tienen que perforar a mayor profundidad y eso incrementa el riesgo de accidentes.
Ante esta situación, un nuevo reglamento entró en vigor el pasado 7 de octubre y en él se obliga a los jefes de las minas a bajar a los pozos junto a los trabajadores en un intento de reforzar las medidas de seguridad.
Con esta nueva ley, China pretende frenar la sobreexplotación, la precariedad de las medidas de seguridad y el número de accidentes.
El nuevo reglamento establece que si sucede un accidente y ningún responsable se encuentra en el pozo se castigará a la compañía minera con una multa que puede alcanzar los 5 millones de yuanes (737.964 dólares, 583.256 euros) y se penalizará al responsable con una sanción equivalente al 80 por ciento de su salario del año anterior.