La formación integrada en su mayoría por propietarios de viviendas sin regularizar cuestiona en primer lugar el servicio que presta Correos, denunciando que “muchos miles de vecinos no tienen seguridad de recibir el correo que espera, o bien que llegue a sus manos y no a otras. La confidencialidad es sólo una utopía, el respeto a algo tan serio no existe”.
El PVR explica que la correspondencia “es repartida a veces dentro de unos buzones alquilados particularmente en ventas, bares o en plena calle, con acceso de cualquier persona. Nos encontramos los sobres en el suelo. Este es el servicio que reciben los contribuyentes aunque lo estén pagando”.
En cuanto a la televisión, muestra su queja por la falta de potencia y la calidad de la señal. “Pretender ver un programa es como un sorteo, te toca o no”.
El servicio telefónico también es cuestionado: “Las líneas ADSL, los avances técnicos, para Chiclana, nada, lo que limita el desarrollo, el conocimiento y la comunicación entre personas”.
En relación al suministro eléctrico, el PVR indica que “el servicio depende de una sola compañía que, junto a unos políticos, deciden quién puede gozar del beneficio de la luz y quién no. Amplias zonas de Chiclana carecen de este servicio esencial e imprescindible, pero por encontrarse en lugares ignorados por unos planes generales no existentes, son castigados a no disponer de servicio”. Asegura la formación que “existen casos en los que un contador de luz es provisional desde hace once años, aparece un técnico utilizado para quitar, sin previo aviso, el contador y, de paso, sin saberlo, meter el miedo en el cuerpo a muchas familias, por supuesto, sin saber, ni preocuparse la compañía ni Urbanismo si dentro de la vivienda se encontraba algún enfermo enganchado a una máquina para mantenerle vivo”.
Respecto a la recogida de basuras, PVR señala que “en varias zonas, los ciudadanos deben desplazarse en coche para dejar su bolsa en un contenedor que, posiblemente, se encuentre a más de un kilómetro de su vivienda”.
La denuncia del partido concluye especificando que “hablar de los demás servicios públicos obligatorios, pero de mala calidad, o inexistentes, como salud, agua potable y alcantarillado, es como cometer una falta por mencionarlos”. En su opinión, sólo es posible obtener algunos servicios, “tan condicionados por unas ilegales Ordenanzas y por el Gobierno municipal, cambiando a los políticos en este Ayuntamiento”.
