"Es responsabilidad del ministro Blanco que se convoque o no", afirmó el portavoz de USCA, Daniel Zamit, en rueda de prensa, quién hizo un llamamiento al titular de Fomento para que los reciba en las próximas 48 horas y "desatasque" la situación. "Es el último aviso", advirtió.
El portavoz sindical recalcó que esta es la "única opción" que les queda tras seis meses sufriendo "condiciones abusivas", en los que finalmente Blanco "les ha empujado" a convocar paros mediante "decisiones autoritarias".
Cuestionado por la naturaleza de su advertencia, Zamit recordó que el colectivo únicamente ejerce su derecho legítimo: "Si la huelga se entiende como un chantaje, esto es un chantaje", aseguró.
Tras reconocer que son conscientes de las "muchas consecuencias" de convocar una huelga en pleno agosto, los controladores señalaron que los pasajeros y las compañías aéreas tendrán que "pedir cuentas a Blanco", quien "está empleando al colectivo como pantalla para recibir todos los puñetazos del sector".
No obstante, el secretario de Comunicación de USCA, César A. Cabo, ha afirmado que "en todo caso" la huelga se producirá "siempre después del próximo 16 de agosto", y aseguró que pese a la coincidencia con el cambio de quincena los controladores "no quieren fastidiar a los pasajeros".
NECESARIO UN "CAMBIO RADICAL"
Zamit reiteró que durante seis meses de negociación se ha estado "perdiendo el tiempo" y señaló que para que la huelga finalmente no se convoque es necesario "un cambio radical de actitud" que permita "avanzar en los próximos dos o tres días lo que no se ha avanzado en seis meses".
"Si no hay un cambio de actitud la huelga se hará de todas, todas", advirtió Cabo, quien recalcó que el plazo establecido antes de convocar la huelga representa "una última oportunidad, y no un cambio de tono".
Los controladores confirmaron que esta tarde continuarán las negociaciones en torno al convenio colectivo con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) en una nueva reunión, a la que pidieron que realice "algún gesto" relativo a las doce propuestas que les han remitido.
Entre ellas, el portavoz del sindicato destacó la supresión de los 'servicios express', la elaboración de estudios de seguridad respecto a los cambios introducidos en su jornada laboral y la aplicación inmediata del decreto que regula las jornadas y los descansos.
Respecto a este último punto, Cabo negó que se estén produciendo "contactos bajo mano" que sitúen su aplicación como un elemento más de la negociación actual.
CONDICIONES DE LA HUELGA
El portavoz del sindicato explicó que tanto la intensidad como la duración de las protestas serán establecidas por la junta directiva de USCA en función de su "calibración" de la actitud de AENA y Fomento.
Asimismo, aseguró que el colectivo "peleará" por conseguir que se establezcan unos servicios mínimos "razonables y no abusivos", ante lo que recordó que durante la reciente huelga de funcionarios dicho porcentaje se fijó en el 100% de la plantilla.
Por otro lado, Zamit reconoció que la posible huelga conllevaría "muchos riesgos", ya que los controladores "se podrían ver abocados a que les dicten un laudo", posibilidad que se encuentra "entre los objetivos que el Ministerio tiene en mente".