Pregunta: ¿Cómo están los sentimientos una semana después de confirmar el ascenso?
Respuesta: Nos sentimos contentos y tranquilos. El proyecto que planteamos a principio de año era muy ambicioso y podemos decir que hemos cumplido con el objetivo. Aunque jugábamos en Segunda, la plantilla era de Primera División. De hecho, creo que incluso podríamos haber competido el campeonato de la máxima categoría. Sin embargo, el objetivo era ascender y a base de trabajo lo hemos logrado, no habiendo perdido un solo punto y siendo además el equipo más goleador y menos goleado.
A veces cuesta decir abiertamente que el objetivo es el ascenso, ¿vosotros lo teníais claro?
–Obviamente, esto es un deporte y en el deporte puede pasar cualquier cosa. Sin embargo, sabíamos que las posibilidades de no lograr el objetivo eran mínimas. Tenemos ahora mismo seis jugadores internacionales con la Selección Española entre nuestras filas, además de otros dos que juegan con Polonia y uno en Brasil. El equipo estaba formado para ganar todos los partidos. Viéndolo así, sí, cualquier cosa que no hubiera sido ascender nos habría supuesto un fracaso.
El campeonato comienza en mayo y ha terminado ahora a mediados de julio, ¿cómo es vuestra preparación para afrontar este período tan reducido?
–Durante todo el año intentamos reunirnos aunque sea un par de veces o tres al mes para confeccionar el año. Además, tenemos grupos que realizan trabajo individual en Almería, Mazarrón y por supuesto en Málaga. También creamos un torneo, la International Cup de Málaga, a la cual acudieron equipos muy buenos de diferentes países. Esto fue en Semana Santa y nos sirvió de pretemporada. Somos profesionales de este deporte y tenemos que practicarlo durante todo el año.
¿Es muy importante la táctica en el fútbol playa?
–Fundamental. Tiene ciertas similitudes con el fútbol sala. La jugada ensayada es también muy importante en nuestro deporte. En un córner o un saque de banda se puede decidir un partido. Las faltas también cuentan con una peculiaridad y es que son sin barrera. La arena tiene que tener unas especificaciones concretas, no jugamos en arena de playa normal y corriente. Jugar en esta superficie también te obliga a tener una buena condición física. Es un cúmulo de todo.
¿Difiere mucho la jugabilidad respecto al fútbol 11?
–Completamente. Es otro deporte. Para comenzar, estamos jugando en arena. Eso implica que cualquier pase raso, o cualquier tiro puede ser impredecible. A mí, por ejemplo, que soy portero, me hace tener que aguantar mucho más en todo momento y tirar de reflejos. El jugador también intenta llevar el balón controlado por el aire. Otra cosa que me gusta del fútbol playa es su impredecibilidad. Yo he jugado partidos en los que me he visto 6-1 ó 7-1 por debajo y de repente empezar a meter un gol tras otro y terminar ganando. Es un deporte muy visual, al que resulta fácil engancharse y yo animo a todo el mundo a que, si tiene la posibilidad de verlo, lo haga.
¿Hay afición en Málaga por el fútbol playa?
–Hay gente, aunque la mayoría son familiares y amigos (risas). Nos encantaría que la gente nos fuese a ver aunque sea un día. Yo estoy segurísimo de que se engancharían. Además, que nadie tenga dudas de que el año que viene vamos a luchar por intentar ser campeones de Primera División.
¿Entonces, sois ambiciosos?
–Somos ambiciosos. Tenemos claro que no va a ser fácil. De hecho, parece que el año que viene va a ser el más competitivo desde que se inició la liga de fútbol playa. Ha subido el Torrox y hemos subido nosotros, que somos dos equipos fortísimos y con una inversión importante detrás. Además, a menudo hay 5-6 equipos que están luchando entre ellos por meterse en la Final Four, así que no tengo duda de que va a ser complicado, pero iremos siempre con la ilusión por bandera.
Y ahora que se ha terminado la temporada, ¿queda algo por hacer?
–Compromisos con el Málaga ahora mismo pocos. A nivel nacional, en septiembre iré a Grecia para los Juegos Mediterráneos. En octubre seguramente se hará un Mundialito entre selecciones en Huelva, por lo que prácticamente no vamos a parar.