De esta manera, el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (sello del coche), el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) o la tasa de basuras, entre otros, "no se incrementará con respecto al importe abonado este año". "A esta congelación se suma el hecho de que entre 2016 y 2019 se produjo una rebaja y, en consecuencia, 2023 será el octavo ejercicio consecutivo sin que la ciudad tenga subidas tributarias", ha explicado el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, en una nota de prensa.
Si se tiene en cuenta la evolución de la inflación entre enero de 2016 y enero de 2022, con una subida acumulada del 12,7%, ésta "no actualización" de la fiscalidad municipal en 2023 se traducirá en "otra disminución fiscal de facto" y, por tanto, "en un nuevo esfuerzo" por parte del Ayuntamiento de Sevilla. Tan solo en el último año, ese esfuerzo se tradujo en una minoración de ingresos de 85 millones de euros por la no actualización, un importe que se mantuvo, pues, en las economías familiares y de las empresas", ha reseñado el Consistorio.
"A pesar de este descenso, el Presupuesto del Ayuntamiento de Sevilla y, en especial, su gasto social y las inversiones, han ido creciendo en estos últimos años, entre otras cuestiones por la capacidad del gobierno de la ciudad a la hora de captar recursos de otras administraciones públicas y racionalizar el gasto, al tiempo que se ha mejorado la prestación de los servicios públicos municipales", ha abundado el alcalde.
Junto con la congelación de impuestos y tasas, se mantendrá en 2023 la totalidad de las bonificaciones y los beneficios fiscales aprobados en años anteriores "al servicio de políticas de solidaridad social y la creación de empleo, impulso de la actividad económica, defensa del medio ambiente y fomento del empleo". Solo en el ejercicio fiscal de 2022, los beneficios fiscales alcanzarán los 23,5 millones de euros.
"La política fiscal en Sevilla ha venido marcada desde 2015 por una rebaja de la carga fiscal a familias y empresas en línea con las circunstancias extraordinarias acaecidas, adaptándose la estrategia tributaria primero a la recuperación de la economía, después, a la crisis sanitaria de la Covid, más tarde, a la reactivación económica, empresarial y social y ahora, a las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania y sus efectos sobre la inflación en Europa", ha argumentado el primer edil.
"Cada año --ha abundado--, el presupuesto municipal ha recogido bajadas muy significativas en las figuras fiscales más importantes, como el IBI, Plusvalía o ICIO, y una congelación generalizada del importe de las tasas y precios públicos a pesar de la evolución creciente de la inflación. Esto no ha impedido que el presupuesto de gastos haya seguido creciendo, dando cobertura a las necesidades de la población sevillana", ha remarcado el alcalde.
Sevilla es, de hecho, "una de las grandes ciudades españolas con menor presión fiscal para hogares y pequeñas y medianas empresas, así como una de las que presentan mayor volumen de bonificaciones, prestaciones sociales y medidas dirigidas a generar economía y empleo", ha concluido Antonio Muñoz.