El gran número de restaurantes españoles concentrados en ciudades como Sao Paulo y los locales de gastronomía japonesa y libanesa, cuyas cocinas maridan bien con los vinos de Jerez, abren oportunidades al producto en Brasil, aunque de momento sigue siendo "un gran desconocido" en este país.

Así lo muestra un estudio de mercado elaborado por la Oficina Económica y Comercial de España en Sao Paulo para ICEX España Exportación e Inversiones, que destaca las posibilidades que tienen las bodegas para que los restaurantes cariocas los incluyan en sus cartas, aprovechando el interés que despierta entre importadores.

Del toda la exportación de vino de Jerez en 2016, 22,36 millones de litros, solo 7.763 fueron exportados a Brasil, lo que pone de manifiesto la escasa penetración que tienen estas referencias en este mercado sudamericano a pesar de su dimensión: más de 200 millones de habitantes y un PIB superior a 1,77 billones de euros.

Es una de las principales debilidades que enfrentan, junto a la mayor fiscalidad que tienen estos vinos fortificados.

Los tipos de vino de Jerez más comercializados en Brasil son el fino y la manzanilla, aunque también se pueden encontrar otros como el cream, palo cortado, pedro ximénez, amontillado y oloroso.

Pese al desconocimiento del producto y al bajo consumo de vino en este país -que también es productor y, además, un gran consumidor de cerveza-, Brasil presenta diversas oportunidades para los exportadores de vinos fortificados, reconocen los analistas.

Y, más especialmente, de vino de Jerez, debido a la atracción que está ganando la cultura vinícola en los últimos años y la pérdida de percepción del vino como producto de lujo, detalla el informe.

Entre las ventajas del vino de Jerez, los expertos apuntan que es un producto "único", sin competidores, y con buen precio, muy valorado entre profesionales, entendidos y formadores de opinión.

Entre los consejos a las bodegas, aboga por más promoción y por la búsqueda de un importador adecuado.