Estos tres procesados están acusados de un delito de atentado con instrumento peligroso en concurso con dos delitos de lesiones
La Fiscalía ha solicitado tres años y nueve meses de prisión para tres hombres acusados de agredir a dos agentes de la Policía Local de Villanueva de la Serena (Badajoz) que les reprendieron por infringir el toque de queda impuesto durante la pandemia.
Estos tres procesados están acusados de un delito de atentado con instrumento peligroso en concurso con dos delitos de lesiones, porque, además, arrebataron las defensas reglamentarias a los policías y les golpearon con ellas, según ha informado la Fiscalía de Extremadura en una nota.
Además, otros dos hombres que participaron en la agresión se enfrentan a un año y nueve meses de prisión por un delito de atentado y otro afronta dos años y dos meses de cárcel por un delito de atentado en concurso ideal con un delito leve de daños por causar destrozos en un coche patrulla.
Los hechos ocurrieron el 20 de noviembre de 2020, momento en el que por las medidas anticovid era obligatorio el uso de mascarillas en exteriores y estaba prohibido permanecer en la vía pública más allá de las 00:00 horas, según recuerda el escrito de acusación del fiscal.
Aquel día, los acusados que se enfrentan a una pena mayor se encontraban en el aparcamiento público de la localidad, sin mascarillas y consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública, por lo que una patrulla de la Policía Local -compuesta por un oficial y un agente- les instó a ponerse el tapabocas y marcharse a sus casas, a lo que se negaron, así como a identificarse, intentando abandonar el lugar.
Al impedirles uno de los policías que se marcharan y reiterarles que se identificaran, uno de los acusados se aproximó a él "de forma desafiante y agresiva", lo que obligó al agente a sacar su defensa reglamentaria para apartarle.
Cuando comprobó que no cejaba en su actitud, el oficial le golpeó con la defensa para quitárselo de encima, "momento en que los acusados comenzaron a propinarle puñetazos y empujones, acorralándole contra la pared", llegando a arrebatarle su defensa y agredirle con ella.
En ese momento, el otro policía trató de intervenir para ayudar a su compañero utilizando su defensa reglamentaria, siendo interceptado por uno de los procesados, con el que comenzó un forcejeo. Al caer al suelo, este hombre consiguió también quitarle su defensa.
Ambos agentes lograron zafarse de la agresión y se alejaron del lugar, pero los acusados los persiguieron blandiendo las defensas reglamentarias, lo que llevó a uno de los agentes a exhibir y amartillar su arma reglamentaria.
Fue entonces cuando otros jóvenes amigos de los anteriores, al percatarse de lo que estaba ocurriendo, acudieron corriendo hasta el lugar donde el grupo de inicial de atacantes continuaba acercándose en actitud violenta a los agentes mientas estos retrocedían de espaldas hacia el final del estacionamiento.
Ante esta situación, uno de los policías, "ante la posibilidad de que continuasen con la agresión", efectuó dos disparos de advertencia al aire.
Al comprobar que estos disparos tampoco conseguían frenar el hostigamiento de los agresores, "uno de los agentes efectuó un disparo al muslo de uno de los atacantes y al pie de otro de ellos".
El fiscal puntualiza que así lograron "neutralizar el peligro que aquella situación suponía para la integridad de los dos agentes", cuya conducta ha sido inicialmente sobreseída bajo el amparo de su legítima defensa y obrar en el cumplimiento de su deber.
Además de las penas de prisión, el Ministerio Fiscal solicita una indemnización de 950 euros para uno de los policías y de 5.250 para el otro, además de 524 euros por los daños causados en los vehículos policiales