El director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha avalado este jueves el uso de una pistola eléctrica táser por parte del cuerpo para reducir a un hombre que murió 24 horas después en Badalona (Barcelona), y ha asegurado que los agentes actuaron siguiendo el protocolo.
En una entrevista este jueves en TV3 recogida por Europa Press, ha explicado que la madre de este hombre llamó a emergencias pidiendo ayuda, después de que supuestamente él los encerrara a ella y a su pareja en su casa, causara destrozos en el mobiliario y les amenazara con cuchillos.
No era la primera vez que los Mossos acudían al domicilio por un incidente de este tipo, ha afirmado Ferrer, que ha detallado que los agentes usaron la táser tras constatar que el hombre seguía en actitud violenta, pese a las advertencias de los agentes, y que después de la descarga seguía consciente.
Tras la intervención, lo trasladaron al hospital siguiendo el protocolo y por el estado de salud en que se encontraba: "Los hechos sucedieron el viernes, y el lunes ya teníamos el estudio de la grabación y de los hechos. El protocolo se ha aplicado correctamente".
Además, ha explicado que el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) estaba allí para prestar atención médica y que el vehículo policial también cuenta con un desfibrilador que los agentes tienen formación para utilizar; el hombre murió en el hospital "seguramente" por un paro cardiaco, a la espera de lo que determine la autopsia.
También ha asegurado que la táser no es un arma "de un uso diario" y que solo se utiliza ante personas muy alteradas o que se comportan de forma muy violenta desde que el Parlament lo aprobó, bajo condiciones que Ferrer defiende que el cuerpo cumple.
Sin embargo, ha dicho que el cuerpo siempre está "abierto" a revisiones si se plantean cambios en el uso de estas armas, como ha pedido la asociación Irídia.