Su nombre es Manuel Muñoz Páez, de San Fernando, estudiante de Medicina en México, en segundo curso y autor de un estudio que le negaron hacer en España “porque iba a ser muy costoso” cuando sólo costó el billete desde México a España ida y vuelta y el trabajo del estudiante inquieto que se pasó un año y medio entrevistando a médicos del sistema español de salud para contrastar lo que había venido a contrastar.
Ese estudio, hoy en día, está siendo utilizado tanto por médicos españoles como mexicanos, posiblemente de otras nacionalidades y está en manos de otros estudiantes y profesores que asistieron al Congreso Mundial de Estudiantes de Medicina en Cáncún.
¿De qué se trata ese estudio? Algo aparentemente sencillo pero de una utilidad práctica fuera de toda duda, no sólo para los que van a viajar a México o los mexicanos que vayan a viajar a España, sino como base de datos que aplicar a los tratamientos y lo que es más importante, como proyecto pionero que podría realizarse en otras comparativas que aporten información clave.
Lo que hizo Manuel Muños Páez fue comparar los fármacos más usados en México y en España para distintas enfermedades más comunes a través de entrevistas con médicos, todos en San Fernando y otro tanto en México.
Privado y público
Entre esas diferencias se encuentra la que quizá sea causa de todas las demás y es que en México existe un sistema de sanidad privado –con las excepciones más propias de los servicios sociales que de la sanidad- que se estila en otras zonas del continente americano, en cierta forma colonizado por Estados Unidos.
“Lo principal es que en México, al existir un sistema privado, influye tanto en el medicamento como en la curación. Si alguien se dobla un pie trabajando en el campo y no tiene dinero para el mejor antiinflamatorio, se compra el más barato. A la vez que el médico va a recetar el medicamento más caro”.
¿Cómo se trata un resfriado en México y cómo en España?, preguntaba a Manuel Múñoz. En España recetan el paracetamol y a esperar seis días a que se pase y en México recetan paracetamol, vitaminas, antihistamínicos… y en general todo lo que engorde la industria farmacéutica.
“El hecho de que trate de dar difusión a este hecho es para animar a todos los jóvenes a emprender y a investigar por su cuenta aunque no reciban el apoyo de las instituciones y esforzarse en hacerse oír”, venía a decir Manuel, aunque reconociendo que las cosas son muy distintas en un país y en otro, independientemente de que la carrera en México dura medio año más y dos de ellos se ‘estudia’ ejerciendo como médico rural a modo de práctica y de aprender a enfrentarse a todo lo que se presente, desde el resfriado a un parto.
Manuel Muñoz apuesta de lleno por la sanidad pública y por la universidad pública, pero reconoce que la enseñanza privada y la medicina privada no deja de tener diferencias que no siempre son negativas para la segunda. Principalmente el concepto de la investigación, un valor indiscutible no sólo por la investigación en sí, que es lo principal, sino porque una universidad que obtiene éxitos académicos y humanos sube su prestigio y al fin y al cabo se cobra por enseñar. A más prestigio, más ganancias.
Y las ventajas
La colonización por parte de la industria farmacéutica estadounidense no es factor negativo en ese campo, porque también están muy bien valorados en EEUU los médicos latinos precisamente por el sistema de formación privada. Y ya se sabe que EEUU es un mercado en el que se gana dinero, aunque Manuel Muñoz sigue pensando en volver a España y ejercer en el sistema público de salud. Además de que es más saludable enfermar en España.