“Si aquí no me dan lo que busco no tengo más remedio que irme fuera”

Publicado: 01/06/2013
Daniel Baena Lara es el primero de su promoción en terminar la carrera de Ingeniería Técnica Industrial dual, con estudios en España y en Alemania.
Tuvo que ponerse a estudiar alemán rápidamente,mucho antes de que la canciller Angela Merkel ofreciera a los jóvenes españoles la oportunidad de trabajar en Alemania, la locomotora de Europa. Lo hizo para estudiar una carrera dual, dos años  en España y un tercero en Alemania y como es lógico, el idioma es fundamental y hablarlos los dos correctamente parte de la carrera misma. A partir de ahí y después de dos años y medio en Alemania, lo habla con la fluidez necesaria como para haber hecho el proyecto de fin de carrera en alemán. Ingeniero técnico industrial que nadie sabe si será parte del futuro de España o del de Alemania. O de los dos.

—La juventud más preparada de la historia y la que estamos perdiendo. Usted es ingeniero técnico industrial y el primero que consigue esa titulación dual, con la Universidad de Cádiz y con la Universidad de Frankfurt.
—Yo empecé como un alumno normal de la Universidad de Cádiz en la titulación de Ingeniería Técnica Industrial mecánica y estando precisamente en Alemania, con una beca Erasmus, conocí que había un programa de doble titulación con la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt. El programa consiste en hacer los dos primeros cursos en la Universidad de Cádiz y un último curso en Frankfurt junto con unas prácticas en empresas en Alemania y el proyecto final de carrera en alemán. Se obtiene tanto la titulación española como la correspondiente de grado en Alemania.

—¿Sabe inglés?
—También.

—Tiene por donde salir.
—Eso espero.

—Es el primero. ¿Solamente hay uno o el primero de la Universidad de Cádiz?
—Hay más estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería que se fueron conmigo y también de la Universidad de Frankfurt vinieron aquí a estudiar. Lo que pasa es que cada uno tiene su ritmo y yo tenía más asignaturas que ellos y he podido terminar antes el proyecto de final de carrera. Pero hay otros alumnos, tanto alemanes como españoles.

—Pero ser el primero no se lo quita nadie. ¿De España o de Cádiz?
—De la Universidad de Cádiz porque es un programa de la UCA. Otras universidades de España tienen programas de estudio dual no sólo con Alemania sino con otros países de Europa. Pero del programa de la Universidad de Cádiz he sido el primero tanto de los españoles como de los alemanes..

—¿Qué diferencia hay entre la  Ingeniería Industrial y la Ingeniería Técnica Industrial?
—En el sistema de estudio antiguo, sin contar el grado nuevo que ya está implantado, hay una diferencia de cinco años en Ingeniería Industrial y tres años en Ingeniería Técnica Industrial. Teóricamente, el ingeniero industrial tiene una formación más teórica y el ingeniero técnico industrial tiene una formación más orientada a la práctica. Pero al fin y al cabo, yo como ingeniero técnico industrial he tenido una formación teórica a lo largo de todos los años con su aplicación práctica, y esa aplicación práctica se ve sobre todo en el último curso en Frankfurt trabajando con material, con laboratorio, con una serie de medios que hacen posible que la visión práctica se tenga más cerca, que se pueda tocar.

—¿Eso es bueno o es malo? Porque dicen que hoy en día la formación práctica, la formación profesional tiene más salidas.
—En el tiempo que he estado en prácticas en empresas y con el proyecto de final de carrera, que he estado un año en la misma empresa, he visto que el trabajo de los que han estudiado Formación Profesional es igual de necesario que el trabajo de un ingeniero. Lo que ocurre es que en una empresa va a haber más operarios que ingenieros, ya que el operario es el que fabrica el producto y el ingeniero el que lo diseña.

—En  algunas empresas hay más jefes que empleados. Sobre todo en las públicas.
—Pero se supone que hay menos puestos de ingeniero que de operario. El trabajo tanto de uno como de otro es necesario y sin operario el ingeniero no trabaja y al revés.

—¿Hay salidas en España para esa carrera?
—Ahora mismo hay salidas.

—¿Salidas para el extranjero? ¿Salidas internacionales?
—Dentro de España, el mercado laboral para los ingenieros no está del todo mal. Ha habido una reducción con respecto a años anteriores, pero la dificultad está en encontrar un trabajo con unas condiciones aceptables, o por lo menos que desde el punto de vista de algunos sean aceptables. Eso implica que en la opción de irse al extranjero, donde no tienen el  problema laboral que tenemos aquí, esas condiciones van a ser mejores.

—¿Tiene planteado irse a Alemania o prefiere buscar primero trabajo aquí?
—Mi sueño sería encontrar un trabajo en la provincia de Cádiz o en Sevilla que me permitiese estar cerca de mi familia y de mi tierra, pero si el trabajo sale en Alemania, allá que me voy. Llevo en Alemania casi tres años y pretendo irme si es necesario.

Hay trabajo en España y en Alemania, lo que pasa es que la diferencia de sueldo es considerable.
—La diferencia de sueldo y la diferencia de impuestos. En Alemania se pagan más impuestos que aquí. Me he informado para ver cómo se mueve aquello y el 40 por ciento de impuesto a un ingeniero soltero y sin carga familiar no se lo quita nadie. Si el suelo aquí es de 1.500 y allí de 3.000 euros, a los 3.000 euros hay que descontarle el 40 por ciento y al final se queda en 1.800 euros.

—Luego si tiene trabajo en España, preferible España. Y me supongo que los mismos impuestos serán en casi todos los países.
—Supongo que variarán de un país a otro pero yo tendré en cuenta –y hablo desde mi opinión personal- las condiciones generales. No sólo la localización, el sueldo y los impuestos, sino también las condiciones de trabajo. Me parece importante que una empresa te proporcione unas condiciones laborales buenas no sólo de sueldo, sino también de horarios y una estabilidad y seguridad que determinadas empresas pueden o no ofrecer.

—Y si la empresa ofrece un trabajo muy cómodo pero sin proyección, sin aprendizaje… El que termina una carrera termina una fase, pero queda otra carrera, que es de fondo y es la de aprender del mundo real.
—Es de fondo y bastante más duradera. En la empresa se tienes que aprender y un ingeniero o cualquier persona  que trabaje está continuamente aprendiendo. Ingeniería implica que conforme va pasando el tiempo van apareciendo cosas nuevas, programas nuevos, métodos nuevos y eso va a ser un aprendizaje continuo a lo largo de toda la carrera profesional. Evidentemente al terminar la carrera lo que uno busca es aprender, y sale uno con ganas de aprender.

—Hay encuestas de todo tipo. Que la gente joven prefiere la empresa que le da la oportunidad de aprender más y promocionarse, otros que buscan más la parte económicas, los que buscan tener mucho tiempo libre. ¿Qué se vive en su ambiente?
—En mi ambiente se vive lo que ha comentado. Hay gente que busca trabajar en algo que lo motive, aunque la empresa no tenga un nombre que asombre a la gente, y otros que buscan más el renombre de la empresa aunque las condiciones sean peores. Y también hay gente que busca una localización concreta. No todo el mundo está dispuesto a irse a Noruega, a Centroamérica, a Oriente Medio…

—Ahora mismo los focos de países emergentes están en América del Sur, en Asia y en Oriente Medio. ¿En Europa qué posibilidades tienen?
—Ahora mismo y según los medios, la única posibilidad es Alemania, pero también hay que decir que Alemania no va a dar trabajo a todo el mundo que vaya a buscarlo. Hay que irse con una cierta seguridad y ofreciendo algo por lo que te puedan escoger. Un estudiante universitario no puede irse de un día para otro a Alemania a buscar trabajo. Tiene que llevar un proceso de preparación, sobre todo del idioma, porque no van a coger a una persona que no sepa hablar alemán. Hay otros países como Noruega, Suecia, Finlandia, Suiza, Austria… son también países con oportunidades.

—Sin idiomas se pierden la mitad de las oportunidades. Decía un especialista en trabajo que se puede estudiar la carrera que se quiera, pero si no habla inglés…
—Por lo que yo he vivido en Alemania, en las grandes empresas, la gente que puede mantener una conversación profesional en inglés no va a tener mucha dificultad en encontrar trabajo, pero si te vas a un país y no conoces el idioma local, las posibilidades se restringen bastante. Un ingeniero que se vaya a Alemania y no sepa hablar en alemán, los puestos de trabajo relacionados con la fabricación, con el contacto directo con el operario, están cerrados al no poder relacionarse, porque ellos no van a saber español.

—Muchos de los jóvenes que se han ido a Alemania no tienen un nivel de alemán tan fluido como para tener un trabajo con responsabilidad, en el que hace falta una comunicación fluida.
—Un cargo de responsabilidad supone que cuando haya problemas tienes que responder del trabajo que has hecho y si no sabes lo que has hecho porque no entendiste lo que leías… Pero sí es verdad que hay gente que se va sin tener base de alemán o sin tener un nivel adecuado. Esa gente tiene dos posibilidades. Quedarse allí y aprenderlo tirando adelante como han hecho otros, a base de trabajos que les permitan mantenerse y mantener ese curso de idiomas para intentar encontrar un trabajo adecuado a su titulación.

—O sea que estamos exportando lo mejor que tenemos pero no lo están aprovechado allí como lo mejor por no dominar el idioma, que los obliga a trabajar en niveles muy inferiores. Exportamos ingeniero que lo mismo es el camarero del bar.
—Yo tengo compañeros que no sólo tienen su titulación en ingeniería, sino que han hecho  un máster, uno que tiene tres titulaciones diferentes y por no tener el nivel adecuado de alemán ha tenido que trabajar como guardia de seguridad por la noche, camarero… Esos trabajos no están menospreciados pero no es para lo que esa persona se ha estado preparando. Pero también dice mucho de esa gente el hecho de que se esfuercen, de que trabajen y se ganen su dinero para pagarse su formación y poder llegar a trabajar algún día en lo que han estado estudiando.

—Es indudable que un joven que se atreve a irse a otro país sin conocer el idioma ya tiene un plus. En el 90 por ciento de los casos lo va a conseguir porque no es de los que se quedan aquí esperando los 600 ó 700 euros que les van a pagar. ¿Su familia qué dice? Supongo que tendrá contemplada la posibilidad de tener que hablar por el Skype.
—Ya llevan una larga temporada  con él como medio de comunicación conmigo. Al principio se hizo muy duro hablar a través de videoconferencia.

—¿Y si se va lo hace con intención de volver cuando las cosas mejoren? Si encuentra una novia, forma una familia, el talento se queda fuera…
—Ese es uno de los miedos de los padres.

—De los padres y de toda la sociedad porque estamos perdiendo la base de la recuperación.Si se van los jóvenes ¿qué hacemos nosotros?
—Yo tengo intención de quedarme aquí y trabajar en España, en Andalucía. Pero si aquí no me ofrecen lo que busco iré a donde pueda tener una vida aceptable y donde mi esfuerzo se vea recompensado. Si es en el extranjero, en el extranjero y si  allí llega un momento en que van pasando los años y tienes tu vida allí hecha, supongo que pasará como con aquellos que se mueven en España, que se les queda pequeña y hablamos no ya sólo de Europa, sino del resto del mundo.

—¿El sistema educativo español ha reaccionado tarde a la hora de ofrecer oportunidades como hacer una carrera dual?
—Yo creo que va retrasado. Yo he llegado a la universidad sin tener realmente una base de idiomas fuerte. A mí me gustaba el inglés y lo he trabajado. Pero hay una diferencia entre estudiar en una academia a aprender en el instituto o la universidad, donde hay muchas titulaciones que no tienen ninguna asignatura que no sea el español. Eso, quiera que no, retrasa  y nos pone por detrás de otros países que sí lo tienen. Cuando yo he decidido irme al extranjero he tenido que empezar desde mucho antes con el idioma. Cuando entré en la titulación empecé a estudiar alemán junto con la carrera. A los dos años y medio de estar estudiando alemán fue cuando pisé Alemania por primera vez, como Erasmus y allí he seguido formándome tanto en alemán como en inglés hasta el nivel de poder hacer prácticas y poder hacer el proyecto de fin de carrera en alemán. No cuento como un nativo, porque eso es muy difícil, pero cuenta tener un nivel bastante aceptable.

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