Propietarios de apartamentos de Bahía Sur se preparan para retomar el control de su inversión

Publicado: 09/12/2012
Pretenden crear una gestora mayoritaria en la que entrarían los dos grandes inversores, Elías Rodríguez-Viñas y Oleger Pujol, pero como socios minoritarios.
Correlación del fuerzas y voto de calidad, en este último caso vía denuncia ante la Delegación Provincial de Turismo. Esos son los dos factores principales del golpe de estado que se está preparando en el complejo de unidades de alojamientos de Bahía Sur para intentar acabar con lo que comenzó siendo la solución ante la marcha de la marca Barceló en 2003 y ha terminado siendo el problema.

Esto es, la actual concesionaria de la zona hotelera, Complejo Bahía Sur SL al frente de la cual se encuentra el principal promotor de la operación especulativa que se puso en marcha mediante una promesa de compra a Barceló, una promesa de inversiones en un complejo que entonces ya llevada diez años sin apenas renovarse y una promesa para los inversores. Promesa de beneficios incumplida.

Elías Rodíguez-Viñas y Oleger Pujol se enfrentan ambos a una rebelión dentro del complejo que no estaría mal vista desde la Delegación provincial de Turismo -que no se pronuncia, obviamente- según creen los promotores del golpe.

Al fin y al cabo, Rodríguez-Viñas y Oleger Pujol no han traído más que quebraderos de cabeza a la Junta de Andalucía cuando esta parcela estaba en manos del PSOE, hasta el punto de que terminó reclasificándola de la máxima a la mínima categoría. Y eso a pesar de que desde Turismo siempre se quiso ser prudente para no afectar a la oferta hotelera de la provincia, aunque a base de prudencia se convirtió en otro problema añadido por falta de celo y por exceso de confianza.

Nueva gestora
Todo pasa por la creación de una nueva gestora del complejo que deje a un lado a Complejo Bahía Sur SL, única reconocida por el Ayuntamiento y por Turismo. Pero el reconocimiento puede cambiar en función de que internamente cambien las mayorías decisorias. O dándose el caso de que siendo la gestora la misma, las decisiones las tome la nueva mayoría, si es que finalmente consiguen el objetivo.

La primera que se ha movido, en la misma jornada de este sábado, buscando el consenso de la mayor parte de propietarios ha sido Manzana 4, ya sin Juan Pedro Rodway como presidente, pero presente. El propio Rodway manifestaba a este periódico que la votación ha sido positiva a comenzar el golpe. Y Manzana 4 supone, en porcentaje de votos, el 41 por ciento de propietarios.

Lo más normal es que a Manzana 4, que son los apartamentos y dúplex, se unan los bunlagós agrupados en Atisla, la empresa que quiso gestionar por su cuente pero se encontró frenada en seco por la Delegación Provincial de Turismo, que volvió a recordarle que la única gestora era Complejo Bahía Sur SL. 

Así aún le faltarían votos, puesto que los dos propietarios mayoritarios, los que no consiguieron vender todo el género y se tuvieron que quedar con unos 30 apartamentos en el caso de Elías Rodríguez-Viñas y alrededor de 40, Oleger Pujol, aún podrían conseguir más apoyos en los estudios, que son 52 propietarios e incluso entre los bungalós que no estén tampoco conforme con Atisla y van por libre, lo mismo que ocurre prácticamente en todos los tipos de unidades de alojamientos.

Esto es, que hay voto indeciso a la espera de que fragüe algo más que una nueva guerra interna entre distintas partes que lo han conseguido ha sido arrasar el principal activo hotelero de San Fernando mientras el Ayuntamiento se ha limitado a ver los toros desde la barrera.

Recalificación
También es cierto que existe dentro de los propietarios de todo tipo un movimiento que lejos de buscar una gestión hotelera que le dé beneficios, está buscando una recalificación del suelo de forma que pase a ser residencial, privado, según manifiesta en el perfil de Facebook bajo el epígrafre de Plataforma de Inversores de Bahía Sur.

Mientras algunos albergan la esperanza de convertir uno de los mejores suelos de San Fernando en una urbanización de lujo, otros hablan de otras salidas, sin dejar a un lado la de la recalificación, que por ahora ven más que improbable.

Pero volviendo al movimiento contra la gestora actual de Elías Rodríguez Viñas, las principales cuitas de sus promotores no son los números, puesto que incluso cuentan con que Oleger Pujol y su empresa Jasmund Spain SL que es la propietaria de más de treinta bungalós que se alguilan en internet fuera del pool de explotación -como hace la mayoría de los propietarios que no los tienen como residencia habitual- se sume al golpe acotando las posibilidades de Rodríguez-Viñas.  Y en este caso se trata de lo que piensan algunos propietarios que podría ocurrir, ya que este periódico no ha podido hablar con el menor de los hijos del ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

El principal problema es el voto de calidad, por llamarlo de una forma suave, de Rodríguez-Viñas, que se ha convertido a lo largo de estos años en el mismísimo demonio para muchos de los propietarios, principalmente de los residentes en el complejo y cuyo apoyo ya le sirvió en su día para alterar el equilibro de poder. O en este caso, el desequilibrio, ya que se encontraba en minoría en los órganos de decisión del complejo de apartamentos. 

Según miembros de la Plataforma de Inversores, ya se están recibiendo en Turismo denuncias de mal uso de unidades de alojamientos, aunque la inmensa mayoría están dadas de baja debido a las múltiples irregularidades detectadas en el complejo por los técnicos de la Junta o bien porque han sido dadas de baja por Complejo Bahía Sur SL.

Pero lo que más se teme es que esas denuncias lleguen a los 40 propietarios que habitan en Manzana 4 en régimen residencial, como primera residencia además, aspecto éste que ha venido creando al Ayuntamiento un problema social de primer orden para el que no ha tomado medidas, dejando que se convierta ahora en un problema social y político. Además de económico.

A pesar de que el Ayuntamiento incoó sendos expedientes a los propietarios de apartamentos y dúplex que viven en el complejo, además de a propietarios de bungalós que los usaban como segunda vivienda -unos 80, según señaló entonces el delegado de Urbanismo de la época, Manuel Prado Fernández-, según Urbanismo el problema es que “no pueden demostrar” que están viviendo allí, aunque la realidad la manifestaba a este periódico el responsable municipal en el complejo, Francisco Romero, calificando la solución, textualmente, como tener que torear a “un toro de miura”. Ese “toro de miura” ha sido y puede seguir siendo la tabla de salvación de Elías Rodríguez-Viñas. ¿Y Oleger Pujol?

El hotel Bahía Sur conserva por ahora sus cuatro estrellas

La jugada que en otro tiempo le sirvió a Elías Rodríguez-Viñas para retomar el control del complejo y cuyo detonante fue el cierre del aparcamiento que venía utilizando el centro comercial Bahía Sur a todo el que no fuera propietario o cliente del hotel, puede no salirle ahora, toda vez que los realmente amenazados por una denuncia son los residentes, esos cuarenta propietarios aproximadamente.

Se trata de la misma cifra que la vez anterior, pero hay algo que cambia desde entonces hasta la actualidad a favor de otra mayoría de propietarios que se haga con el control del complejo y que sea bien visto tanto por el Ayuntamiento como por la Delegación Provincial de Turismo, que se quitarían un gran peso de encima.

Las circunstancias de hace unos años no son las de ahora. Mientras entonces los propietarios de unidades de alojamiento -inversores reales, inversores a medias o gente que se compró un apartamento barato de comprar y caro de mantener- eran propietarios de productos de primera calidad hotelera, hoy lo son de última categoría.

Y mientras antes el mantenimiento del complejo en general precisaba de una inversión que aunque a duras penas podría asumirse, hoy es inasumible reunir el dinero necesario para conseguir otra vez la categoría que tuvo y que sólo se podría conseguir subsanando las muchísimas deficiencias que tiene.

Esto es, que los propietarios de todo tipo de unidades de alojamiento -incluidas la de Oleger Pujol- tienen mucho que ganar y prácticamente nada que perder al ser propietarios de un producto que les ocasiona sólo gastos y ningún beneficio.

El terreno, pues, está abonado para que pudiera funcionar una nueva mayoría, en tanto que las cosas se ponen peor para el propietario del hotel Bahía Sur, Elías Rodríguez-Viñas, que por ahora ha logrado mantener las cuatro estrellas del establecimiento hotelero.

Sin embargo, a pesar de mantener apartada la gestión del hotel de la gestión de las unidades de alojamiento de Complejo Bahía Sur SL, la situación de caos que se vive en el complejo también le perjudica directamente, como se ha demostrado este verano con la situación de la piscina, o ha quedado patente en estos años en los informes de las inspecciones del Beach Club, la parte común resultante de la división horizontal del conjunto, propiedad proindiviso de todas las fincas del complejo.

Todo ello influye en la calidad de los servicios que presta el hotel, por no hablar del gran perjuicio que sufre un establecimiento de cien habitaciones que ha dejado de contar con las unidades de alojamiento anexas que eran el valor añadido al negocio hotelero.

La baja de la inmensa mayoría de unidades en Turismo impiden al hotel Bahía Sur acoger grandes congresos con los que llenar sus grandes salones pensados para ello y por ende, ser apartado de la lista de operadores hasta que termine cayendo en el olvido. Por lo pronto ha cambiado de director, de subdirecto y de jefe de mantemiento. Lo que está en peligro ahora son los puestos de trabajo del hotel.

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