En los escasos veinte metros que separan dos épocas, pasado y futuro o, más bien, dos faros, este balcón marinero de la calle Gravina hoy suma simbolismo con la aportación de los versos de Javier Ruibal.
Un poema inédito del cantautor portuense Javier Ruibal se descubría de la mano del viento de levante, que tuvo un papel protagonista de principio a fin de la inauguración de este XII azulejo poético enmarcado en la iniciativa cultural de la
Senda de la Poesía impulsada en su origen por el Foro Plural “Torre de la Merced” y ahora convertido en
Ateneo de Rota.
Sobre el anhelo de lo que
nunca sucedió y la líquida expectativa de la ilusión que no marchita, el artista deja para la posteridad unos versos sin título sobre quien no sabe si
“quedarme o salir” consciente del desorden que alguien deja, Ruibal deleitó recitando estos versos al público que asistió a este acto de inauguración de este azulejo poético. También estuvo presente el alcalde de Rota, Javier Ruiz, miembros de la Corporación Municipal, socios y socias del Ateneo así como vecinos y visitantes de la localidad.
Los escritores Felipe Benítez Reyes y Juan José Téllez tuvieron palabras de reconocimiento a Ruibal e intentaron describir, cada uno a su estilo, el poder de su “virtuosismo con la guitarra” marinado con su “voz poderosa y etérea”, explicaba el roteño.
El portuense bebe de influencias musicales latinas, africanas o turcas
sin perder ese aroma gaditano en el que maduran sus canciones. “Música étnica en sí misma”, dijo Téllez, auténtica “canción de autor”. Este aprovechó para recitar un texto que había escrito para este momento dedicado a su amigo bajo el título “Llueve Ruibal”.
El cantautor roteño Antonio Mateos puso el toque musical al acto de inauguración y descubrimiento del azulejo poético organizado por el Ateneo de Rota con la colaboración del Ayuntamiento de Rota y, dijo sentirse muy emocionado por cantar en un acto para reconocer a uno de sus referentes en la música y
con el que comparte afición: los Carnavales. Mateos interpretó el pasodoble de presentación y una cuarteta escrita por este de la comparsa con la que participó en el Gran Teatro Falla esta pasada edición, “La guasona”.
Acto seguido, dos miembros del Ateneo de Rota, Manolo 'Vilela' y Rosalía, leyeron varios poemas del artista portuense: “Bandera rota”, “Abrazo”, “Cómo entender a los cobardes” o “Bobo infortunio”. También en el acto se entregó Juan Curtido, como muestra de agradecimiento, una escultura de la Torre de la Merced, por su aportación creando los azulejos de la Senda de la Poesía.
El viento de levante hizo que el acto dedicado a Javier Ruibal, descuidara el protocolo en lo que se quedó como anécdota puesto que
fue la brisa sureste de la Bahía la que descubrió el azulejo, algo que el portuense agradeció, para no redundar en actos protocolarios y pasar a expresar su enorme agradecimiento por organizar actos como este
“en nombre de la poesía”. Aunque este expresó que no merecía el título de poeta, “pido mesura, me supera el sustantivo. Ser poeta es privativo de los poetas de altura. No me añadáis estatura, el vértigo es matador. No es que rechace el honor” prefiere ser considerado
“músico estribillero” y “cantautor”. Acto seguido, pasó a leer el poema elegido para tal ocasión,- que proponemos que lo lean, si les es posible, en la misma ubicación-.
El presidente del Ateneo de Rota, Paco Sánchez, comenzó en su intervención dando las gracias al alcalde y al Ayuntamiento por su disposición para la celebración y consecución de esta iniciativa cultural, a Téllez y a Benítez por colaborar en cualquier ocasión con el Ateneo, a los medios de comunicación por difundir sus actividades, así como a Antonio Mateos por su aportación musical y entre otros a los miembros del Ateneo que este año ha duplicado el número de sus socios. Sánchez agradeció personalmente a Ruibal por formar parte de la iniciativa literaria la cual acogió con ilusión. Un gesto por parte del Ateneo que pone en valor la trayectoria poética del creador de
canciones “hermosas, participativas y personales” que han estado presentes en la vida de muchos:
“Gracias por tu honestidad, cercanía y generosidad”.
Como, por ejemplo,
en la vida del alcalde quien cerró el acto si bien agradeciendo al Ateneo su empeño por seguir llevando a cabo esta iniciativa, y echó la vista atrás en su vida recordando que las letras y música de Javier Ruibal habían puesto banda sonora a muchos momentos de su vida desde su juventud, cuando empezó a seguir la carrera artística del portuense. Desde ahí, dijo, le ha acompañado en muchos momentos como buen seguidor:
“Para mi sus canciones evocan momentos que siempre se recuerdan” como hasta en su misma boda, donde dijo, no faltó “Atunes en el paraíso”.
Toíto Cái lo traigo andao, Isla Mujeres, La reina de África, Pensión Triana, La gloria de Manhattan, son otras de las canciones de este portuense que presume de décadas de carrera artística llevando siempre la Bahía de Cádiz en su corazón y en su pluma.