Centenares de familiares, amigos y vecinos de Alfacar han dado hoy su último adiós a Ana Huete, la única española que falleció en el terremoto que asoló la semana pasada el centro de Italia, en una misa funeral celebrada en la Iglesia de la Asunción de esta localidad de la que era originaria.
Minutos antes de las 11:30 horas el féretro con los restos de la joven de 27 años ha salido del tanatorio, ubicado a la entrada del pueblo, para llegar hasta la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que se ha quedado pequeña para acoger a los presentes, algunos de los cuales han permanecido fuera del templo, muy próximo al Ayuntamiento que tenía sus bandera a media asta.
Los padres de Ana y otros familiares directos junto a su novio italiano, que resultó herido en el terremoto, han acompañado a pie desde el tanatorio hasta la plaza de la Iglesia al cortejo fúnebre, compuesto por un vehículo que ha trasladado el féretro y otro que portaba numerosas coronas de flores.
Durante la misa, oficiada por el arzobispo de Granada, Javier Martínez, el prelado ha tenido palabras de consuelo para los padres de la joven y ha calificado las circunstancias de su muerte como "espantosas y horribles".
"Cuando la muerte llega por sorpresa, sin avisar, parece que nos sacude la vida misma", ha dicho el arzobispo, quien también ha destacado la humanidad de quienes desde momentos después del terremoto comenzaron a ofrecer su ayuda.
Tras este acto religioso está previsto que los restos mortales de Ana Huete sean incinerados en un crematorio de una localidad próxima a Alfacar, según informó a Efe el portavoz de la familia, Nicolás Espigares.
El funeral ha tenido lugar después de que durante las últimas horas el cadáver de la joven haya sido velado en el cercano tanatorio de la localidad granadina, por el que desde a primera hora de la tarde de ayer han pasado familiares, allegados, amigos y vecinos de la fallecida.
El cuerpo de Ana Huete fue repatriado ayer a España en un vuelo procedente de Roma y con destino a Málaga, desde donde a primera hora de la tarde de ayer un coche fúnebre lo trasladó hasta Alfacar.
Tras tener la confirmación de la muerte de la joven en el terremoto, los padres de Ana y dos de sus tíos pudieron viajar el pasado viernes a la capital italiana para completar los trámites de identificación y de repatriación del cadáver, que se encontraba en un hospital.
Durante su estancia en Roma han estado asistidos por personal de la embajada española, que les ha proporcionado un vehículo para facilitar sus desplazamientos y que ha tratado de agilizar todos los trámites y la documentación, explicó Espígares, que ha agradecido el trato dispensado durante esos últimos días.
A pesar de que a través de internet se promovieron varias iniciativas relacionadas con los costes de la repatriación, la familia ha aclarado desde el inicio que disponían de los seguros pertinentes para afrontar esos gastos, de ahí que declinaran cualquier tipo de ayuda económica.
La joven, que falleció el miércoles de la semana pasada en la localidad de Illica donde veraneaba junto a su novio, era una amante de Italia, país al que había viajado en varias ocasiones con su pareja, con la que regentaba una pizzería en Granada capital.
Aunque la familia de Ana es originaria de Alfacar, sus padres residen en la actualidad en el municipio vecino de Víznar, mientras que ella convivía desde hace tiempo con su novio italiano en la capital granadina, donde además habían adquirido recientemente un piso al que tenían pensado mudarse.