El sacerdote que ha investigado en el seno de la Iglesia el llamado 'caso Romanones', sobre abusos sexuales cometidos presuntamente por religiosos de Granada, ha considerado que existe 'fumus delicti' (apariencia delictiva) en la actuación de los acusados en el asunto que además instruye el Juzgado de Instrucción 4 de Granada y al que ya se ha incorporado este expediente canónico.
Así lo han señalado a Europa Press fuentes del caso, que han indicado que este nuevo informe fue remitido al Juzgado cuando el Arzobispado de Granada recibió su último requerimiento para que aportase lo investigado por la Iglesia.
El expediente, del que informa este lunes el diario 'El País', incluye además la apreciación de que, en el ámbito eclesiástico, no sea un tribunal de Granada el que valore lo denunciado, teniendo en cuenta los "vínculos de amistad" y "compañerismo" con algunos de los imputados.
El abogado defensor del considerado como líder del clan de los 'Romanones', el padre Román M.V.C., ha señalado que este documento no contiene conclusiones sino "meras conjeturas" tras una "temprana investigación" basada únicamente en la declaración del denunciante, un joven que hoy tiene 24 años y que llevó el asunto hasta el Papa Francisco.
El letrado Javier Muriel ha indicado a Europa Press que las acusaciones tienen derecho a convertir este expediente en "piedra angular" aunque ha opinado que no puede tener "relevancia penal" una investigación eclesiástica.
El caso se hizo público el pasado mes de noviembre, cuando fueron detenidos el considerado líder del grupo, el padre Román M.V.C. dos sacerdotes más y un profesor de Religión, que sin embargo quedaron después en libertad con cargos, en un caso en el que estaban imputadas inicialmente un total de doce personas.
Sin embargo, el pasado 14 de febrero el titular del juzgado, el magistrado Antonio Moreno, declaró prescritos todos los delitos salvo los atribuidos al principal acusado, el padre Román, si bien las acusaciones particular y popular --Prodeni-- presentaron un recurso contra esa decisión que finalmente verá la Audiencia de Granada el próximo día 15 de septiembre.
Todo se precipitó después de que un joven comunicara por carta al Vaticano que había sido víctima de abusos sexuales desde los 14 hasta los 17 por parte de este grupo de religiosos de Granada, lo que motivó que el propio Papa Francisco le llamara para pedirle perdón y ofrecerle su apoyo. Tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer 'ipso facto' denuncia contra todos los implicados.
El Papa se pronunció también coincidiendo con la salida a la luz de esos supuestos abusos en un vuelo de regreso a Roma tras su discurso en el Parlamento Europeo en el que señaló que "la verdad es la verdad" y "no debe esconderse". El 'caso Romanones' también provocó una imagen inédita del arzobispo de Granada, Javier Martínez, que se postró en el suelo ante el Altar Mayor de la Catedral para pedir perdón por los "escándalos" que afectaban entonces a la Iglesia.