Seis jóvenes de entre 20 y 24 años fueron detenidos anoche en Londres por el presunto intento de asesinato de un kurdo-iraní solicitante de asilo, que se halla en estado crítico tras recibir una paliza en plena calle, informó hoy la Policía.
Los arrestados, que están siendo interrogados en una comisaría del barrio de Croydon, son tres hombres y una mujer de 20 años y un varón y una mujer de 24 años, de un grupo supuestamente de ocho que increpó a la víctima, de 17 años, cuando estaba con dos amigos en una parada del autobús.
Según los vecinos, al menos una veintena de personas presenció el ataque sin hacer nada, y solo se dispersaron al oír las sirenas de la policía, cuando varios testigos se acercaron a auxiliar al herido.
"Creemos que los sospechosos le preguntaron su procedencia y cuando averiguaron que era un solicitante de asilo le persiguieron y emprendieron su brutal ataque", ha explicado el detective sargento Kris Blamires de la Policía local.
El inmigrante sufrió "heridas craneales y faciales graves en el asalto, pues un gran número de participantes le propinó repetidos golpes en la cabeza", dijo.
Sus amigos, en cambio, consiguieron escapar con heridas leves, añadió el mando policial.
El joven estaba con ellos esperando el autobús enfrente de un pub llamado "The Goat" cuando el grupo se les acercó, en torno a las 22.40 GMT del sábado.
La Policía de Croydon intenta averiguar ahora si los sospechosos habían estado bebiendo en el pub y pide a los posibles testigos que se pongan en contacto para facilitar información.
Un portavoz del establecimiento se ha ofrecido a colaborar con las fuerzas de seguridad para esclarecer el suceso, que ha sido condenado unánimemente por diputados de todos los partidos políticos.
El superintendente Jeff Boothe condenó el "salvaje ataque" y aseguró que este tipo de acontecimientos son "inusuales" en ese barrio del sur de Londres, que es "una comunidad muy diversa" y multicultural.
La portavoz de Interior de la oposición laborista, Diane Abbott, dijo hoy que "desafortunadamente este no es un suceso aislado sino que forma parte de un incremento sostenido de delitos de odio para el que el Gobierno conservador aún debe ofrecer una respuesta efectiva".