El Ejecutivo nipón levantará entre hoy y mañana la orden de evacuación en cuatro áreas más de la prefectura de Fukushima afectadas por la radiación del accidente nuclear de 2011, lo que permitirá el regreso a sus hogares de unos 32.000 desplazados.
El Gobierno japonés retiró hoy las restricciones de entrada a varias zonas de las ciudades de Kawamata y Namie y del pueblo de Iitate, y el sábado lo hará en Tomioka, con lo que las zonas de acceso prohibido se reducirán a un tercio de las decretadas originalmente.
No está claro cuántos residentes regresarán, dada la reticencia mostrada en otras localidades a las que se ha permitido volver en las zonas afectadas, que han experimentado un descenso de población del 70 %, según explicó el portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.
Más del 50 % de los desplazados no desean volver por el miedo a los efectos de la radiación o por llevar años instalados en otros lugares, según cifras de la Agencia nacional de Reconstrucción.
Once municipios de la prefectura de Fukushima (sudoeste) fueron objeto de las órdenes de evacuación del Gobierno tras las tareas de limpieza y descontaminación emprendidas por las autoridades, que clasificó a estas áreas en tres categorías en función de los niveles de radiación.
El Ejecutivo nipón se había marcado como objetivo levantar la totalidad de las restricciones -a excepción de las que afectan a las "zonas de difícil retorno", las más contaminadas- a finales del año fiscal nipón de 2016, que concluye hoy.
Sin embargo, en las ciudades de Okuma y Futaba, donde se ubica la central, se mantiene la prohibición.
Pese a que las ciudades no se incluyen en la categoría de contaminación más grave, ambas permanecerán totalmente evacuadas debido a que no cuentan con infraestructura suficiente, indicaron fuentes gubernamentales a la agencia japonesa Kyodo.
Tras estos levantamientos, siete municipios seguirán sujetos parcial o completamente a restricciones de acceso.
El Gobierno japonés planea usar fondos públicos llevar a cabo una descontaminación y limpieza en las "zonas de difícil retorno" que permita la vuelta de la población en unos cinco años.
Unas 40.000 personas permanecen desplazadas a raíz del segundo peor accidente nuclear desde Chernóbil (1986), desencadenado por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.