La culpa de que los refugiados sirios sigan muriendo en aguas del Egeo intentando cruzar a Europa es de la comunidad internacional, por no poner fin al conflicto en Siria, y especialmente de Rusia, según dijo este miércoles el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
El gobernante aludió a la muerte de 36 refugiados de diversos países ahogados ayer al naufragar al menos dos lanchas que intentaban pasar desde las costas turcas a la isla griega de Lesbos.
"Turquía ha realizado todo tipo de sacrificios por su cuenta y los seguirá realizando, pero la culpa de los 36 cadáveres que ayer llegaron a nuestras costas es de la comunidad internacional y, sobre todo, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se queda callado frente a esta tragedia", dijo Davutoglu.
"La culpa es en primer lugar de la mentalidad, de la decisión de Rusia de vetar toda decisión respecto a Siria", remachó el primer ministro durante una conferencia pronunciada en Ankara y recogida por la agencia Anadolu.
Turquía y Rusia mantienen relaciones muy tensas desde que un caza turco derribó a uno ruso en la frontera sirio-turca en noviembre pasado, resultando en la muerte de un piloto.
Ankara se ha negado a pedir disculpas por el incidente, acusando a Moscú de bombardear la población civil en Siria en su operación de apoyo al régimen de Asad, mientras que el Gobierno ruso denuncia el supuesto respaldo que Turquía ofrece a las milicias rebeldes islamistas o incluso al Estado Islámico.