El presidente de Líbano, Michel Suleiman; el primer ministro interino, Nayib Mikati; y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, han apuntado este jueves a Israel como responsable del atentado ejecutado el jueves en un bastión del partido-milicia chií Hezbolá en Beirut, que se ha saldado con al menos 22 muertos y más de 200 heridos.

   Suleiman ha condenado el atentado, que ha descrito como "un intento de dañar la estabilidad del país y la resistencia de su pueblo", y ha recalcado que el suceso "lleva el sello del terrorismo y de Israel, atacando a civiles inocentes para entregar mensajes políticos".

   Así, ha dicho que el ataque no debe cambiar los principios y valores de la población, "sino motivar a los líderes políticos y a los ciudadanos para unirse bajo el techo del Estado", según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.

   "La explosión tiene como objetivo todo el país y a su pueblo, no únicamente un suburbio del sur de Beirut", ha dicho, antes de solicitar a las fuerzas de seguridad y a los tribunales que intesifiquen sus actos para desvelar quién está detrás del ataque.

   Por su parte, el primer ministro interino ha declarado este viernes como jornada de luto nacional por el atentado y ha destacado que "una vez más, la mano de la traición y las llamas del odio han alcanzado a civiles en una querida región libanesa conocida por su constancia frente a los complots y la maldad del enemigo israelí".

   "Esta explosión indica que la mano del mal está aún entrometiéndose en este país y su seguridad", ha advertido, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'. "La solución real no son las condenas, sino sentarse y dialogar sin condiciones previas para salvar el país", ha agregado.

   En este sentido, ha anunciado que, tras consultar con Suleiman, se ha decidido celebrar una reunión del Alto Consejo de Defensa a las 10.30 horas (9.30 horas en la España peninsular) de este viernes en el palacio presidencial de Baabda. 

   En esta misma línea se ha expresado Berri, quien ha dicho que el atentado "ha sido llevado a cabo por el crimen organizado, que es claramente la mano negra de Israel".

   "Este crimen sólo beneficia al enemigo israelí, que ha estado urdiendo complots para minar la unidad nacional, que fue el elemento que llevó a Líbano a la victoria en 2006", ha dicho, en referencia a la guerra que enfrentó ese año a Israel y Hezbolá.

   "Este crimen sangriento requiere que los libaneses y sus líderes políticos y espirituales muestren vigilancia y unidad para hacer frente a los desafíos que han sido impuestos a nuestro país", ha remachado Berri.

INTERIOR BARAJA DICHA "TEORÍA"

   Horas antes de estas declaraciones, el ministro del Interior, Marwan Charbel, ha reconocido que "una de las teorías" que baraja el Gobierno respecto al atentado es que pudo deberse a una "represalia" de Israel contra Hezbolá.

   Según Charbel, podría tratarse de una venganza por las explosiones que causaron la semana pasada heridas a cuatro soldados israelíes en el sur de Líbano. El líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, reconoció el miércoles que había sido una operación "controlada y deliberada" de su grupo.

   Sin embargo, un grupo islamista suní hasta ahora desconocido, las Brigadas de Aisha, ha reivindicado la colocación del coche bomba en el bastión de Hezbolá del sur de Beirut. Según las autoridades, al menos 20 personas han muerto y más de cien han resultado heridas.

   A través de un vídeo, las Brigadas de Aisha se dirigen de forma directa a Nasralá y explican que es la "segunda vez" que cometen una acción de este tipo. "Y veréis más, si Dios quiere", afirma un hombre que cubre su cara con una máscara y que está flanqueado por otros dos individuos armados.

   "Enviamos un mensaje a nuestros hermanos de Líbano. Os pedimos que permanezcáis alejados de las colonias iraní en Líbano, porque vuestra sangre es valiosa para nosotros", añade el portavoz, que llega a describir al líder de Hezbolá como "agente de Irán e Israel".