Hasta 385 miembros de los Hermanos Musulmanes han sido detenidos por las fuerzas de seguridad en el desalojo de la mezquita de Al Fath, en la plaza cairota de Ramsés, según una fuente de seguridad del Ministerio del Interior egipcio citada por el periódico local 'Al Ahram'.
Durante la inspección del interior de la mezquita, que permaneció sitiada por las fuerzas de seguridad desde última hora del viernes hasta el levantamiento del toque de queda a primera hora del sábado, la Policía detuvo a "elementos peligrosos" de la Hermandad, según esta fuente.
Asimismo, la Policía se incautó dos rifles automáticos, cartuchos con munición para armas cortas, 24 cócteles molotov y una gran cantidad de balas, de acuerdo con dicha fuente.
La Policía ha irrumpido en el interior de la mezquita, después de que, a lo largo de la noche, tratara de negociar una salida pacífica y controlada de los seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi que permanecían en su interior.
Algunos activistas que han pernoctado en la mezquita de Al Fath han denunciado el uso de gas lacrimógeno por parte de las fuerzas de seguridad, algo que las autoridades egipcias han desmentido. Imágenes emitidas por la cadena ONTV han mostrado a un activista utilizando un extintor en la entrada de la mezquita, bloqueada por una barrida.
Una gran multitud ha aguardado la salida de los detenidos y de muchos de las personas que se allí se guarnecían a las afueras de la mezquita, ubicada en la plaza de Ramsés, donde se registraron fuertes enfrentamientos a lo largo de la jornada del viernes. Alrededor de un centenar de personas han muerto en los altercados y 500 seguidores de Mursi han sido detenidos.
De acuerdo con el director del Sindicato de Doctores, Jairy Abdel Dayem, en el interior de la mezquita Al Fath había unos 1.500 manifestantes --entre ellos, 70 heridos-- y 31 médicos.